«Yo fui por mi hija y no me iba a regresar sin ella, ya esta aquí de la forma más fácil en que pudimos traerla. La mitad de nuestro corazón, se quedó en Bonaire y yo les pido a los que conocieron a mi hija que no la olviden», estas fueron parte de las palabras que Enrique Morales, padre de Adriana Morales de Florencio, joven atlixquense asesinada en aquella isla del caribe.

Esto ante casi un centenar de personas vestidas de blanco y con rosas blancas en las manos que se congregaron la tarde de este lunes 8 de mayo para acompañar las cenizas de Adriana y a su familia en una misa para pedir por su eterno descanso la cual tuvo efecto en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe ubicada sobre la calzada el Carmen en la colonia Hogar del Obrero, zona donde creció y vive aún parte de la familia de la joven.

Los padres de Adriana llegaron este día a suelo mexicano con la urna de las cenizas de su hija de 23 años en las manos, buscando consuelo entre sus familiares. Aseguraron en su mensaje posterior a la eucaristía que la isla y su gente son muy bellas, que agradecen mucho la forma en que fueron tratados allá.

Respecto a las investigaciones Enrique Morales indicó que continúan: » si la justicia de allá determina que estas personas son inocentes.