La Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) pidió al Gobierno de México suspender la importación de bovinos de Nicaragua, Honduras y Guatemala, ante los brotes activos de gusano barrenador en esos países. La exigencia incluye el cierre de la frontera sur para detener el ingreso ilegal de alrededor de 800 mil cabezas de ganado infectadas, que afectarían la producción nacional.

La organización argumentó que la entrada de estos animales no solo amenaza la bioseguridad nacional, sino que también podría devaluar el precio del ganado mexicano hasta en un 40 por ciento, especialmente en un contexto donde la frontera con Estados Unidos sigue cerrada para los bovinos en pie.

Riesgo sanitario y afectaciones al mercado local

En su comunicado, la UNTA señaló como ejemplo reciente la importación de más de 5 mil bovinos procedentes de Nicaragua realizada por SuKarne, durante una operación en el puerto de Mazatlán, con destino a Durango. El dirigente Álvaro López Ríos calificó esta situación como “un riesgo” para los pequeños y medianos productores mexicanos.

La organización también cuestionó la urgencia de un acuerdo con Estados Unidos para instalar una planta en Chiapas que produciría hasta 100 millones de moscas estériles por semana —destinadas al control del parásito—, pero que no estaría plenamente operativa hasta el primer semestre de 2026.

Situación actual del gusano barrenador en el país

De acuerdo con datos del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), se han registrado 2 738 casos de bovinos afectados por esta plaga. Los estados con mayor incidencia son Chiapas, Tabasco, Campeche, Quintana Roo, Veracruz, Oaxaca y Yucatán, ubicados principalmente en el sur del país.

La UNTA también solicitó a la presidenta Claudia Sheinbaum implementar un programa de fomento ganadero para respaldar a pequeños y medianos productores, y que se sancione a los funcionarios que permitan el ingreso ilegal de ganado.