El Gobierno de México anunció una inversión histórica de 800 millones de dólares para la construcción de dos plantas termosolares en Baja California Sur. Este ambicioso proyecto estará a cargo de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y tiene como principal objetivo fortalecer el sistema eléctrico nacional y avanzar hacia las metas de generación de energía limpia establecidas para el año 2030.

La secretaria de Energía, Luz Elena González, informó que estas plantas representan un hito en el país, ya que se trata del primer desarrollo de su tipo en territorio nacional. Las obras comenzarán en los próximos meses y su construcción tomará entre 36 y 48 meses. Una vez en operación, se estima que beneficiarán a entre 100 mil y 200 mil hogares en la región.

Tecnología termosolar: una apuesta por la innovación

El subsecretario de Planeación y Transición Energética, Jorge Marcial Islas Samperio, explicó que, a diferencia de las plantas solares fotovoltaicas tradicionales, estas nuevas centrales contarán con almacenamiento térmico en sales fundidas. Este sistema permite conservar el calor a temperaturas de entre 500 y 900 °C, lo cual posibilita la generación de electricidad incluso después de la puesta del sol.

La tecnología empleada se basa en un campo de espejos móviles que concentran la radiación solar en una torre central de más de 100 metros. El calor captado se transforma en vapor, que a su vez impulsa turbinas generadoras de electricidad. Este tipo de plantas, además de innovadoras, son clave para sustituir el uso de combustibles fósiles como el combustóleo y el gas.

Hacia la autosuficiencia energética

Según Luz Elena González, el proyecto responde a la necesidad de reforzar el suministro eléctrico en Baja California Sur, una zona con alta demanda energética. Además, ayudará a cumplir con la meta legal de que al menos el 35 por ciento de la generación eléctrica provenga de fuentes renovables para el año 2030.

La directora general de la CFE, Emilia Calleja Alor, detalló que las plantas tendrán una operación diaria promedio de 11 horas gracias a la captación solar. Esto representa un avance hacia la soberanía energética, además de una mejora significativa en la estabilidad del servicio en la región.