La Comisión Nacional de Sanidad Agroalimentaria (SENASICA) confirmó este 22 de septiembre un brote de gripe aviar H5N1 en Matamoros, Tamaulipas, tras la muerte de más de 400 aves en la zona de playa Bagdad. El brote fue detectado luego de reportes de aves migratorias muertas desde marzo en áreas de anidación cercanas.

El virus fue identificado en una gaviota reidora, cuyo cadáver fue entregado a SENASICA por el médico veterinario Jesús Elías Ibarra, miembro de la organización Conibio Global A.C. La situación ha generado alarma entre especialistas por el riesgo sanitario y ecológico que representa.

Aumento de muertes y síntomas visibles

En las últimas semanas, se registró un aumento significativo de aves silvestres muertas, así como polluelos con síntomas respiratorios, como exceso de mucosidad. Estas señales se observaron tanto en las zonas de anidación como en la propia playa Bagdad.

La cepa H5N1 es altamente contagiosa entre aves y representa un riesgo para personas que están en contacto directo con ellas. Ante esta situación, las autoridades decidieron sepultar a las aves muertas en la playa, como medida preventiva para contener la propagación del virus.

Posibles contagios en humanos

Se tomaron muestras a seis personas pertenecientes a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) que han tenido contacto con las aves. Hasta el momento, solo una de ellas ha mostrado síntomas similares a los de la gripe, aunque no se ha confirmado un contagio humano por H5N1.

Jesús Elías Ibarra expresó su preocupación por el impacto ambiental del brote, señalando que el virus podría afectar a más de 200 millones de aves migratorias que atraviesan la región en su ruta hacia el sur.