La operación policial contra la banda Comando Vermelho, en Río de Janeiro, Brasil, dejó 132 muertos, informó este miércoles la Defensoría Pública del país, más del doble anunciado en un primer momento.
La primera instancia, encargada de ofrecer asistencia legal gratuita, elevó la cifra después de que habitantes de los barrios afectados comenzaron a buscar a sus familiares y a juntar decenas de cuerpos en una plaza.
Desde la madrugada, funcionarios del organismo acompañaron las búsquedas en la favela de la Penha, uno de los focos de la operación, y acudieron a los institutos forenses responsables de la identificación de los cadáveres.
En tanto, el gobierno regional reportó el fallecimiento de cuatro agentes y 115 supuestos miembros del Comando Vermelho.
En conferencia de prensa, el secretario de la Policía Civil de Río, Felipe Curi, afirmó que solo fueron abatidos los sospechosos que “optaron por el enfrentamiento” con los policías y que los que se entregaron fueron llevados a la comisaría.
Asimismo, mientras el gobernador de Río de Janeiro, Claudio Castro, aseguró que el operativo fue un “éxito”, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva dijo estar “horrorizado” por el número de víctimas mortales, según indicó Ricardo Lewandowski, su ministro de Justicia.
Ayer, debido al operativo, miembros de la banda respondieron con bloqueos en varias vías de la zona norte de Río, lo que llevó a interrupciones en el tránsito de un centenar de líneas de autobuses y al cierre de decenas de escuelas y centros de salud.
