La gira de Lionel Messi por la India comenzó envuelta en polémica luego de que cientos de aficionados provocaran disturbios durante su presentación en el estadio Salt Lake, en la ciudad de Calcuta. El astro argentino, campeón del mundo y actual jugador del Inter Miami, apenas permaneció alrededor de veinte minutos en el inmueble, donde saludó al público, recorrió el campo y se retiró bajo un fuerte operativo de seguridad.
La corta aparición generó molestia entre los asistentes, muchos de los cuales aseguraron haber pagado entradas costosas sin poder ver de cerca al futbolista. La frustración derivó en escenas de caos, con aficionados arrancando asientos, lanzando objetos al terreno de juego y rompiendo vallas dentro del estadio, según mostraron videos difundidos en redes sociales y medios locales.
Ante la magnitud de los hechos, la ministra principal de Bengala Occidental, Mamata Banerjee, ofreció una disculpa pública a Messi y a los seguidores, además de anunciar la apertura de una investigación para esclarecer responsabilidades por la mala gestión del evento. La funcionaria reconoció fallas en la organización y prometió medidas para evitar que incidentes similares se repitan.
Pese a lo ocurrido, la devoción por Messi se mantuvo intacta en la región, considerada una de las más apasionadas por el fútbol en la India. El jugador continuó con su agenda en el país, que incluyó actividades culturales, eventos benéficos y la inauguración virtual de una estatua de 21 metros en su honor.
