Naciones Unidas. La liberación de la ciudad de Mosul “es inminente” y los días del autodenominado califato del grupo extremista Estado Islámico “están contados», señaló el lunes el enviado de la ONU para Irak.

Sin embargo, Jan Kubis le dijo al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que, a pesar del avance, la lucha sigue siendo «un reto tremendo» porque los combatientes del EI están utilizando cada vez más a civiles como escudos humanos «en un esfuerzo del último estertor que revela poco más que la barbarie inhumana inherente de los terroristas».

Kubis rindió homenaje a las fuerzas de seguridad iraquíes y a sus asociados en la coalición por tratar de limitar el impacto de las operaciones militares para proteger a los civiles, «aun si eso conlleva el costo de prolongar una amarga y brutal campaña que continúa cobrando vidas tanto de civiles como de militares».

Las fuerzas iraquíes, respaldadas por una coalición encabezada por Estados Unidos, lanzaron oficialmente en octubre la operación para recuperar la ciudad norteña, la segunda más poblada del país. La parte este de la urbe fue declarada «totalmente liberada» en enero y al mes siguiente se iniciaron los combates por la parte oeste, los cuales han estado marcados por algunos de los enfrentamientos más duros y mortíferos hasta la fecha en la lucha contra el EI en Irak.

La ciudad cayó en poder de los combatientes extremistas del grupo durante un ataque relámpago en junio de 2014 que dejó casi una tercera parte del territorio iraquí en poder de milicianos del EI y hundió al país en su crisis más grave desde la invasión encabezada por Estados Unidos en 2003.

El “califato” del Estado Islámico, declarado después de la campaña militar de junio de 2014, se llegó a extender a lo largo del norte de Siria y gran parte del norte y oeste de Irak. Pero el grupo, también conocido como Daesh, está ahora bajo ataque en ambos países y el territorio que controla se ha reducido.