Boston. Habrá una tercera final consecutiva entre Cavaliers y Warriors, por cortesía de LeBron James, quien llega a la serie por el título con un logro más: haber roto un récor de Michael Jordan.

James sumó 35 puntos y rebasó a Jordan como el máximo anotador en la historia de la NBA, para que Cleveland apabullara el jueves 135-102 a los Celtics de Boston y sellara su pasaje para la final.

“Uso el número de Mike (el 23). Creo que comencé a enamorarme de este deporte por Mike, sólo por lo que él logró”, relató James. “Cuando veías a Michael Jordan era casi como un dios. Así que yo no pensaba que podía ser como Mike”.

Kyrie Irving añadió 24 unidades y Kevin Love finalizó con 15 por los Cavs, ahora tricampeones de la Conferencia del Este, que nunca estuvieron en desventaja. Tuvieron una delantera de incluso 39 tantos en uno de los duelos más desiguales de la serie.

Cleveland impuso un récord de la NBA, al ganar por 13ra ocasión consecutiva un duelo en que podía resolver una serie.

Tras imponerse por 4-1 en esta final del Este, los Cavs tienen una foja de 12-1 en la actual postemporada. Ahora, deberán prepararse para chocar con Golden State, invicto en estos playoffs y al que derrotó en la final del año pasado para conquistar el primer campeonato en su historia.

James disputará su séptima final consecutiva.

Avery Bradley encabezó a Boston con 23 puntos.

Los Cavs cedieron el primer puesto del Este ante los Celtics en la recta final de la campaña regular, cuando prefirieron dar descanso a sus astros con miras a los playoffs. Al final, salvo por el tercer encuentro de la serie, mostraron su superioridad.

En el cuarto partido, los Celtics llegaron a tomar una amplia ventaja, que después se borró. En el quinto, ni siquiera hubo esa posibilidad para Boston.

Encabezados por sus tres astros _LeBron, Irving y Love_, los Cavaliers construyeron una delantera de 21 puntos en el primer periodo. Y los demás integrantes del elenco realizaron también contribuciones valiosas.

Love siguió embocando disparos desde el perímetro, Irving se abrió paso por el callejón hasta la cesta y James pudo desmarcarse para prodigar varias clavadas a una mano.

Por medio de un triple en las postrimerías del tercer cuarto, James superó la marca de Jordan. Levantó un dedo mientras corría hacia el otro lado de la cancha.

Tras la entrega del trofeo a los campeones del Este, James permaneció callado detrás del escenario, mientras sus compañeros festejaban.

Pero sin duda, valora haber quebrado un récord del ídolo de su niñez.

“Lo mejor de todo es que lo he hecho siendo yo mismo”, enfatizó.

En Cleveland debe haber un alivio particular por el desempeño de Irving, quien se torció el tobillo izquierdo en el cuarto partido. No pareció resentir la lesión, pues dribló a numerosos rivales y repartió siete asistencias.