Nueva York, 16 Jun (Notimex).- El Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) programó en su serie de conciertos del verano una pieza del compositor mexicano Hebert Vázquez, así como al grupo “jarocho punk” ¡Aparato!, conformado por mexicanos y mexicanos-estadunidenses.
En un comunicado emitido este viernes para anunciar sus conciertos ofrecidos cada jueves durante el verano en su jardín, el MoMA explicó que la pieza de Vázquez (1963) será interpretada el 9 de julio próximo por un ensamble conformado por alumnos de la prestigiosa escuela de música Juilliard.
Titulada “Pinturas del mundo flotante: bajo una ola en altamar en Kanagawa” (2012), la pieza es un estreno en Estados Unidos que será presentada junto con obras de otros compositores.
La pieza está inspirada en impresiones a color en madera creadas en el siglo XIX en Japón. Esta composición es parte de un ciclo de música de cámara que prepara Vázquez, quien nació en Uruguay y creció en México, donde estudió composición.
Mientas tanto, ¡Aparato! se presenta el 13 de julio. El grupo, descrito de manera aproximada como “jarocho punk”, está compuesto por Cat en la voz y jarana; El Tejarocho, en requinto jarocho y guitarra; Rupestre Sánchez, en el bajo; y Chac 3000, en tambores electroacústicos.
De acuerdo con el MoMA, la música de ¡Aparato! “tiende puentes entre lo terrenal y lo etéreo”, en tanto que sus miembros “encarnan las narraciones y las luchas de los migrantes del mundo”.
Cat (Nancy Méndez), de origen mixteco y zapoteca del estado de Oaxaca, creció en California; El Tejarocho (Alexandro Hernández) creció en Los Ángeles, aunque vivió en la frontera entre Texas y México, y en la zona rural del estado de Michoacán.
Mientras tanto, Rupestre Sánchez (Moisés Baqueiro) es un “chilango” nacido en la capital mexicana, donde creció; y Chac 3000 (Carlos Gil), es un salvadoreño-mexicano de California.
Anne Hoffman, quien participa en el programa de radio de la estación pública NPR titulado Alt.Latino, considera que “la música de ¡Aparato! evoca algo en la memoria colectiva de todas las personas: la contra-narrativa, el quejido, la historia no contada, pero siempre presente”.
Originada en 1971, la serie de conciertos del verano del MoMA se especializa en presentar música nueva en los más diversos estilos de todo el mundo.