Pareciera que los cancilleres de Latinoamérica volverán a concluir una jornada destinada a buscar soluciones a la crisis política de Venezuela sin un acuerdo concreto.
Estados Unidos empuja la idea de crear un “grupo de amigos” como el que medió en las guerras civiles centroamericanas en los años 80. Según ese país, esto es lo mínimo que podría hacerse después de que una resolución más enérgica fracasara en su aprobación el lunes.
Sin embargo, Luis Alfonso de Alba, representante de México ante la Organización de Estados Americanos (OEA), dijo que la propuesta de mediación no estaba incluida en ninguna de las resoluciones que serían votadas en la sesión de cierre del miércoles. “Ya se cerró la resolución de derechos humanos y no está incluido”, precisó.
Diplomáticos de la OEA reunidos en Cancún, México, dijeron que sus aliados probablemente no tendrían los votos necesarios para volver a colocar este asunto en la agenda. Además se rehusaron a respaldar la propuesta del grupo mediador en una resolución que pudiera ser aprobada por una mayoría simple de los 35 miembros.
Aun así, algunas naciones hicieron la promesa de seguir impulsando esfuerzos por hacer algo para solucionar la crisis Venezolana, que ha dejado al menos 70 personas fallecidas y más de 1,300 heridos.
El canciller chileno Heraldo Muñoz dijo que varios países aún impulsan un grupo mediador, pero la pregunta que sigue en el aire es cómo elegir a los mediadores que resultarían igualmente aceptables para el oficialismo y la oposición en Venezuela.
“Sigue abierta la posibilidad de la creación de un grupo de facilitación… De un grupo de amigos que sea aceptable a ambas partes”, dijo Muñoz. “Está la posibilidad, pero habrá que ver si es del interés de las partes”.
La resolución que fracasó el lunes contenía palabras relativamente fuertes, ya que instaba al gobierno venezolano a reconsiderar su llamado a una asamblea para reescribir la constitución mientras los venezolanos han tomado las calles para llamar a elecciones que permitan reemplazar al impopular gobierno actual.
La propuesta tuvo 20 votos a favor, cinco en contra y ocho abstenciones. Venezuela estuvo ausente, pero de acuerdo a reglas especiales para la sesión, se requerían 23 votos para que pasara.
La resolución también habría llamado a terminar con la violencia y a que el gobierno de Nicolás Maduro respetara la separación de poderes. Ha sido criticado por subyugar el poder judicial y los poderes electores aun cuando ha perdido control de la legislación del país.
Venezuela tampoco logró aprobar nada en la reunión de la OEA.
Los cancilleres rechazaron una serie de diez resoluciones propuestas por Venezuela, muchas de ellas vistas como críticas a la situación de derechos humanos que se vive en México, e incluye desapariciones, y sobre bases militares estadounidenses en la región.
De Alba dijo que todas fueron rechazadas porque no se presentaron apropiadamente.