En medio del incremento de las presiones de Washington al gobierno de Nicolás Maduro, el vicepresidente estadounidense Mike Pence se reunió el lunes con una treintena de venezolanos que se instalaron en Colombia tras abandonar su país.
Pence y su esposa, Karen Pence, lideraron una plegaria en la Calvary Chapel de Cartagena, donde se encontraron con líderes religiosos y familias venezolanas. La segunda dama rezó por “el consuelo de los refugiados venezolanos”.
Después de la oración pasaron tiempo con los inmigrantes para escuchar sus emotivas historias. Los periodistas no tuvieron acceso a las conversaciones pero vieron al vicepresidente consolando a varias mujeres.
Pence dijo que escuchó historias “desgarradoras” sobre la falta de comida.
“No nos quedaremos callados mientras Venezuela se dirige hacia una dictadura”, declaró Pence la víspera en conferencia de prensa junto al presidente colombiano Juan Manuel Santos.
Pence inició el domingo una gira en varios países de América Latina para buscar aliados y aislar cada vez más a Venezuela tras la instalación de la todopoderosa Asamblea Constituyente oficialista.
El domingo Pence dijo que Washington tiene “muchas opciones” para Venezuela después de que el presidente Donald Trump asegurara que no descartaba una intervención militar. Los países latinoamericanos, sin embargo, rechazaron el uso de la fuerza en Venezuela y optaron por presiones diplomáticas y políticas.
Desde Caracas, tanto los defensores de Maduro como la oposición han rechazado la posibilidad de una intervención armada. El gobierno convocó incluso a una marcha para mostrar su repudio a la “la amenaza intervencionista” de Trump.
“EEUU y su satélite bogotano pretenden dar lecciones democráticas a Venezuela mientras amparan grupos neonazis en su territorio”, dijo en Twitter el ministro de Información venezolano, Ernesto Villegas, sobre las manifestaciones de supremacistas blancos el sábado en Charlottesville, Virginia.
Durante su gira de casi una semana Pence partirá el lunes hacia Buenos Aires. Después visitará Santiago de Chile y Ciudad de Panamá, donde dará varios discursos, se reunirá con los líderes nacionales y visitará la expansión del Canal de Panamá.