Empresarios de México y Estados Unidos consideran mejor dejar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que llegar a un acuerdo deficiente, esto ante los indicios de que la negociación podría tener un final anticipado con efectos negativos para la economía norteamericana.
Dicha opinión fue ratificada en una reunión de empresarios que forma parte del bilateral «diálogo de CEOs» de líderes con presencia en los países que conforman el acuerdo comercial.
En dicho cónclave se cuestionaron las posturas radicales de la administración del magnate Donald Trump, el cual considera la posibilidad de terminar con el TLCAN e impulsar acuerdos bilaterales con México y Canadá.
Guillermo Vogel, presidente de la siderúrgica Tenaris, compartió la visión de muchos empresarios de no seguir en un tratado mal negociado y que tenga efectos contraproducentes para los tres países.
En la reunión, se realizó un debate sobre la renegociación del TLCAN con el canciller, Luis Videgaray, y el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, así como CEO de Fedex Freight, Michael Ducker, y el presidente de la Cámara de Comercio estadounidense, Thomas Donahue.
Donahue advirtió que varias propuestas desde la Casa Blanca en la actualización del TLCAN eran «píldoras venenosas» que amenazaban su estabilidad.
El gobierno mexicano ha acusado a la administración Trump de encabezar una “guerra proteccionista” al buscar la eliminación de mecanismos de resolución de disputas y cerrar la puerta al comercio de productos como alimentos y autopartes.
No obstante, Vogel, alertó que también un fin del TLCAN llevaría a perder a “todas las partes”, ya que, en dicha circunstancia, déficit comercial estadounidense podría superar los 64 mil millones de dólares.
Por su parte, Donahue puso en la mesa la posibilidad de «cláusula de extinción», con la cual el acuerdo se tendría que revisar cada cinco años para darle continuidad, algo que Vogel criticó, pues consideró que dejaría al pacto “sin dientes” y generaría una economía que “no es de mercado”.
Empresarios mexicanos y estadounidenses aún consideraron que el proceso de renegociación llegará a un buen puerto, por lo cual mantendrán diálogo con autoridades y legisladores.