La Casa Blanca ya había asegurado que Cuba no hizo lo suficiente para prevenir una serie de «ataques acústicos» contra decenas de diplomáticos de la embajada de Estados Unidos en La Habana. Sin embargo, esta es la primera vez que el gobierno de Donald Trump acusa directamente al régimen castrista.
«Creo que Cuba sabía, Cuba es responsable», aseguró el mandatario. El mandatario no hizo más comentarios al respecto, más allá de asegurar que lo ocurrido en La Habana fue «un ataque muy inusual».
Los misteriosos «ataques acústicos» han afectado al menos a 21 empleados de la embajada norteamericana en la isla. Y habrían comenzado a fines de noviembre de 2016, y el último caso se registró en agosto pasado, según información del Departamento de Estado.
La Asociación Estadounidense del Servicio Exterior dijo que los afectados presentaron «daño traumático cerebral leve y pérdida de la audición, además de síntomas como desequilibrio, fuertes dolores de cabeza, dificultades cognitivas e inflamación cerebral».
El Gobierno cubano, por su parte, ha negado toda responsabilidad en los incidentes y ha asegurado que los ha estado investigando desde que tuvo conocimiento de ellos, aunque se ha quejado de la falta de cooperación de las autoridades estadounidenses a la hora de compartir información y de la falta de pruebas de los sucesos.
Los «ataques» han llevado al Departamento de Estado a reducir al mínimo su personal en la embajada estadounidense en La Habana, lo que ha llevado a suspender la emisión de visados y limitar sus servicios consulares a trámites de emergencia.
Además, Washington ordenó la semana pasada la expulsión a 15 funcionarios de la embajada cubana en Washington, un paso que ha elevado las tensiones bilaterales.