¿Por qué hay que seguir los lineamientos de la sociedad? ¿Por qué hay que casarse, conseguir trabajo, seguir la ruta del dinero como un zombie? Todas esas preguntas fueron levantadas con gritos en alto por los integrantes del grupo Okills en la Alhóndiga de Granaditas durante el concierto que aún con la amenaza de lluvia nocturna no alejó a las cientos de personas que disfrutaron de las mezclas de pop y rock latino.

La agrupación venezolana viajó por primera vez a México en el marco del Festival Internacional Cervantino y realizó un amplio recorrido por su discografía con temas que aluden a la búsqueda de sentido en la sociedad del siglo XXI, al amor mal pagado y a los deseos de renovación en medio del caos.

Fundada en 2010 y lanzada con el sencillo Querido loco que se convirtió en un fenómeno en Caracas, la banda está integrada por Alberto Arcas, Carlos García. Kevin Yousef, Tony Alda y el guitarrista al que apodan el Kmarón, quienes mostraron algunos de sus videos promocionales en la presentación para que pudieran ser disfrutados por el público mexicano.

El concierto comenzó con las canciones de su más reciente disco América Supersónica con temas como Gritarte, Céntimos, Después, Menos tú y Tiempo, en las que no faltaron las referencias a la generación de los millennials con su cuestionamiento a las estructuras establecidas, a su rechazo al amor como moneda de cambio, al sin sentido de los compromisos en papel o a la búsqueda de un empleo que a la larga puede traer la infelicidad.

“Vivan como les gusta hacerlo, no piensen que tienen la vida comprada o que siempre tendrán todo el tiempo del mundo. Abracen a los que aman y díganselos”, expresó Alberto Arcas, vocalista de la banda que desde 2016 radica en la ciudad de México.

“Por eso este disco está dedicado a México, porque aquí nació, en sus hermosas ciudades y con su gente”, añadió Arcas, quien en varias ocasiones se otorgó licencia artística para cambiar la letra de algunas canciones e introducir el nombre de Guanajuato en homenaje a la ciudad cervantina.

El concierto continuó con la canción Nube que fue interpretada con la proyección simultánea del video de la misma, donde aparecen los integrantes de la banda con antiguos cinescopios de televisión en las cabezas, en una suerte de parodia por las generaciones modernas que parecieran existir la mayor de su parte a través de las pantallas de sus celulares, computadores o televisiones.

La velada continuó con otros temas que siguieron la misma línea temática, aunque con ritmos que fusionan el pop y el rock con el afrontillano, el funky y hasta el hip hop.

Interpretaron El Alcaravan, Funcional, Asesina, Humano, Si me ves y Baldor, que siguieron seduciendo a los asistentes de la alhóndiga, sobre todo a los que se encontraban junto al escenario, a ejecutar algunos pasos de baile.

Antes del cierre los integrantes de la banda lanzaron pelotas gigantes hacia el público asistente que las mantuvo en alto en lo que parecía un improvisado torneo playero de voleibol.

Después de varias peticiones porque regresaran al escenario, los integrantes de la banda cerraron la noche con el tema Lo mejor, lo peor, que hizo bailar por igual al público que celebró con vítores y aplausos la primera presentación de esta notable agrupación venezolana en uno de los festivales más importantes del mundo.