En Estados Unidos la baja del impuesto corporativo avanza al mismo tiempo que la aprobación de su presupuesto público para el ejercicio fiscal 2018, esto representa una presión para que México emprenda el camino a una reforma fiscal, y no pierda atractivo para las inversiones.

La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó el jueves pasado los cambios en el presupuesto 2018 con el objetivo de facilitar el camino para una reforma fiscal, la cual se espera sea presentada por el presidente Donald Trump esta semana, en busca de obtener su primer logro legislativo importante.

En el borrador de la reforma fiscal en Estados Unidos se plantea bajar de 35 a 20% el impuesto corporativo. La aprobación de este cambio generaría una problemática para México, donde la tasa de ISR es de 30%, y sería mayor a la del país del norte. Se perdería atractivo para las inversiones, comentó Enrique Velderrain, socio de Velderrain y Asociados.

Si Estados Unidos baja su tasa de ISR, sería una presión más para llevar a cabo una reforma fiscal a fondo en México, que genere un marco propicio para las inversiones, explicó Adriana Berrocal, presidenta del Instituto Mexicano de Ejecutivos en Finanzas (IMEF).

Por el cambio de la administración federal que sucederá en México el próximo año, el actual gobierno ya no alcanzaría a hacer esta reforma, por lo que una de las primeras enmiendas para el nuevo representante del Ejecutivo será emprender una reforma fiscal, comentó Carlos Cárdenas, ex presidente del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP).

Cárdenas dijo que debe considerarse que la reforma fiscal en Estados Unidos tendrá efectos de corto, mediano y largo plazo, por lo que una en México, debe proyectarse para generar efectos también en ese tiempo.

“Para llevar a cabo una reforma fiscal se deben considerar las consecuencias económicas, porque por una reducción al ISR, el sector público puede ver reducidos sus ingresos por impuestos, y entonces solicitar más deuda, incrementar el déficit”, comentó Berrocal.

“La tendencia mundial es bajar el impuesto a las ganancias de las corporaciones y elevar el impuesto al consumo. En México, la situación es a la inversa”, dijo Velderrain.