El virtuoso pianista Ángel Rodríguez, quien ha acompañado a estrellas del bel canto como los tenores Ramón Vargas, Javier Camarena y Rolando Villazón, espera que en breve se concrete su proyecto de crear una fundación con la que pueda apoyar a jóvenes talentos.

En entrevista con Notimex, el concertista explicó que están en los trámites notariales, el delineamiento de objetivos y metas, sobre todo estar en regla con las disposiciones hacendarias, “todo esto debemos tenerlo perfectamente con puntos y comas para después poder tener recursos y canalizarlos, con viabilidad, no con candados».

El pianista es fundador del Colegio de Arte Vocal para preparar a jóvenes talentos que desarrollen su carrera profesional, ello con el objetivo principal de crear una fundación que los apoye para poder becarlos, ya sea en su formación, proyección, concursos y audiciones.

“El Colegio, que se ubica en la colonia Obrera, está creado desde hace unos siete meses y estamos poniendo las bases sobre la mesa de la fundación para poder comenzar con el trabajo más difícil, que es la captación de recursos para después destinarlo al perfeccionamiento de los estudiantes”, expresó el concertista, quien participará en el próximo Festival Internacional Alfonso Ortiz Tirado, en Álamos, Sonora, a realizarse del 19 al 27 de enero.

Explicó que la institución que fundó cuenta con unos 40 salones preparados acústicamente e incluso un auditorio para ofrecer presentaciones y los jóvenes pueden desarrollarse.

“Algo muy importante que queremos hacer a través de esta fundación es la creación de público, fomentarlo, porque es una de las cosas que hemos perdido en los últimos 20 años en México, creo que paulatinamente, y hemos perdido interés de los jóvenes”, aseguró el pianista.

Agregó que el trabajo que realiza el Colegio es acercar a los jóvenes a la ópera, porque ha visto que hay muchos programas con los que la ópera va a ellos.

“Pero nosotros lo que deseamos es acercarlos al mundo operístico, por ejemplo los cantantes de ópera se presentan en teatros y los chicos no van a verlos, porque hay que comprar boletos, por lo que hay que fomentar que salgan de sus casas y asistan a los recintos”, consideró.

Reiteró que una de las tareas que desean hacer es salir a las calles, no llevarles la ópera, sino a instarlos a que vayan al auditorio y compren un boleto, para que disfruten y aprendan del arte de la ópera y en esto trabajan.

En ese sentido, dijo, “la fundación nos va a servir para conseguir los recursos y destinarlos la mejor manera en el trabajo, en la pedagogía del estudio de los jóvenes”.

Subrayó que el Colegio se fundó precisamente para exponentes del bel canto, aunque también se expanden en el terreno de la comedia musical o la música vernácula, ésta última se fomenta durante los conciertos que se realizan en esta institución.