Una avioneta se estrelló en un río en Sidney el domingo en un accidente que dejó seis muertos, durante un vuelo turístico para «cenar y beber» antes de las celebraciones de Año Nuevo en el puerto de la ciudad.
La policía dijo que no sabía la causa del accidente ni las identidades de los cinco pasajeros, pero que estaban conversando con varios testigos que se encontraban en embarcaciones en uno de los días de mayor actividad en los canales. El piloto fue la sexta víctima.
Varios medios australianos informaron que cuatro de las víctimas eran británicas, aunque eso no fue confirmado de inmediato por la policía. En Londres, el Ministerio de Asuntos Exteriores afirmó que sus funcionarios estaban en contacto con autoridades locales en Sídney.
Estamos listos para proveer de ayuda consular», dijo una portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores.
La aeronave era operada por Sydney Seaplanes, una importante empresa turística de la ciudad. Varias celebridades han tomado los vuelos turísticos de la compañía, incluyendo a las estrellas del pop Ed Sheeran y Sam Smith, al magnate tecnológico Bill Gates, al comediante Jerry Seinfeld y al actor Cuba Gooding Jr.
La policía dijo que la avioneta volvía al cuartel de Sydney Seaplanes en Rose Bay, en el este de la ciudad, después de que los pasajeros visitaron un restaurante al lado del mar en el norte de Sídney, cuando se precipitó al agua, tras lo cual se hundió de inmediato.
Hemos hablado con varios testigos», dijo a los periodistas el superintendente subrogante Michael Gorman, quien agregó que los forenses inspeccionarán el avión para evaluar cuándo podrá ser retirado del lecho marino.
Es demasiado pronto en la investigación, de modo que no sabemos por qué se estrelló el avión», explicó.
Gorman dijo que la policía está en comunicación con Sydney Seaplanes para identificar a las víctimas y que sus familias serán contactadas antes de ser nombradas públicamente.
Sydney Seaplanes ha estado operando desde 1938, originalmente con vuelos desde Australia a Reino Unido, un viaje que requería de 30 paradas para repostaje de combustible en lo que se conoció como la «ruta del Canguro».