El estado de México es el árbol más grande y fuerte de México y para suerte de todos, ha sido manejada en forma exclusiva y patrimonialista, no sólo por el Partido Revolucionario Institucional, sino por el grupo más representativo del moderno cacicazgo posrevolucionario: el Grupo Atlacomulco.
Una verdadera dinastía se ha enseñoreado del poder en Edomex: la de los Alfredos del Mazo. El primero, Alfredo del Mazo Vélez, gobernó la entidad en 1945; su hijo, Alfredo del Mazo González, lo hizo en 1981. El tercero en esta línea, Alfredo del Mazo Maza, podría, tristemente, no ceñirse la corona ante la caída de la popularidad del tricolor y los reveses que la presidencia de la República se ha autopropinado.
De hecho, Enrique Peña Nieto resulta ser primo de Alfredo del Mazo II y el primer integrante de esta cofradía que llega a la primera magistratura. Ser parte del covenant es antesala a los grandes negocios y al enriquecimiento más allá de toda medida. Se trata de una serie de personajes que giran, más cerca o más lejos, del todopoderoso Alfredo del Mazo González: José Miguel Bejos, Alfredo Miguel Afif, son nombres millonarios que han gozado de los frutos de ese árbol maravilloso que es el Edomex.
En fecha reciente, el actual gobernador Eruviel Ávila Villegas ha sido acusado por actos de corrupción en la licitación del Viaducto Bicentenario. En dicha denuncia no está solo: lo acompañan el entonces secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso y del secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza. La favorecida fue una compañía mimada del régimen, OHL.
Mención aparte merece el grupo HIGA, de Juan Armando Hinojosa Cantú, otra de las empresas favorecidas con obras que importan miles de millones de pesos de dinero público.
Y de la misma manera, también se hicieron públicas posibles maniobras ilegales en obras del Mexibús y funcionarios del gobierno estatal se han mencionado en más de una ocasión realizando manejos turbios, negociando premios, moviendo cifras, vendiendo favores.
Las más nueva de estas “revelaciones” fue el conocimiento de la riqueza de José Manzur Quiroga, secretario de gobierno de Edomex, quien guarda modestamente los frutos del árbol maravilloso: una colección de 130 autos, rancho con lago artificial y zoológico.
Pero ya ven, llegan las elecciones y no faltan los que quieren que este generoso árbol sea cortado o quemado, para empezar de cero. Envidia de la mala, es la única explicación.