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Estamos en la segunda semana de cuaresma y los precios han incrementado un 60 por ciento en los productos del mar, con el argumento en los aumentos en el costo del transporte que se tienen desde inicio del año con los combustibles, situación que ha llevado a una baja considerable en las ventas, coincidieron comerciantes.
En un recorrido que realizó Síntesis en los mercados municipales de Tlaxcala, Apizaco y Chiautempan, los precios en comparación con los que se tenían en diciembre de 2016, en marzo subieron un 60 por ciento y aun se espera la temporada fuerte para Semana Santa.
El precio de la mojarra oscila entre los 60, 90 y pesos dependiendo el tamaño, el costo del pescado sierra que en el mes de diciembre se encontraba en los 55 ahora está en 70 pesos kilo, mientras que el camarón dependiendo del tamaño está en un costo de los 130, 180 y hasta los 210 pesos, el huachinango tiene un costo superior a los 100 pesos y el filete de los 100, 140 a los 160 pesos por kilo y el salmón en los 280 y 330 pesos peso por kilogramo.
Eugenio Morales Grande, vendedor de pescados y mariscos en la capital del estado indicó que los incrementos van conforme los proveedores les van llevando la mercancía y los costos son variables, “hoy podemos comprar más barato, pero por ejemplo la semana pasada fueron precios todavía accesibles, pero ahora observamos que nos vendieron 50 pesos más caro”.
Los aumentos también han sorprendido a quienes comercializan este tipo de productos, considerando que “es nada la ganancia que tendremos, pero tampoco podemos vender caro, así lo están trayendo con costos elevados y pues no podemos hacer nada, aunque esto significa que vendamos menos”, señaló Guadalupe Hernández, quien vende pescado en el mercado de Chiautempan.
“No sabemos cómo vaya a estar el comportamiento de las ventas, estamos en la segunda semana de cuaresma y la verdad son precios que estamos dando, casi al mismo precio que compramos, no tenemos nada de ganancia”, externó María Paulo, comerciante en la capital del estado.
Los comerciantes coincidieron en que son los proveedores quienes marcan el costo, pues argumentan que el traslado ahora cuesta más caro, con el incremento de los combustibles, lo que ha llevado a que los precios de estos y otros productos hayan incrementado.