Debido a los diferentes eventos sísmicos que se han presentado la sociedad a empezado a campaña en Change.org, la red para el cambio social, ciudadanos iniciaron la recolección de firmas para solicitar que se cambie el tono de la alerta sísmica por otro que espante menos.
«A muchas personas de la Ciudad de México y de los alrededores que vivimos en un área sísmica, nos asusta el tono la alarma que avisa cuando va a haber un temblor, nos causa mucho pánico, queremos que el jefe de gobierno haga un consenso y revisen qué otro tipo de alarma nos podrían poner para no asustarnos tanto y que todos o la mayoría estemos de acuerdo».
Apenas lanzada, la iniciativa sin duda en unas horas logrará un buen número de adeptos.
Hasta ahora ni con la tecnología más avanzada se pueden predecir los movimientos telúricos en el país; sin embargo, alertar a la población unos segundos antes de que ocurra un fuerte sismo puede salvar millones de vidas.
Esta plataforma integrada por el Sistema de Alerta Sísmica para la Ciudad de México (SAS), que opera desde 1991, y el Sistema de Alerta Sísmica para la Ciudad de Oaxaca (SASO), que brinda servicio desde 2003, abarca la zona sísmica del Pacífico en los estados de Jalisco, Colima, Guerrero, Michoacán, Oaxaca y Puebla.
Actualmente, el Sasmex tiene instalados en territorio mexicano 97 sensores que ayudan a prevenir algunos riesgos a los que está expuesto México por localizarse en una zona de alta sismicidad, debido a la interacción de las placas tectónicas de Norteamérica, Cocos, Pacífico, Rivera y la del Caribe.
“Estamos en una asociación civil sin fines de lucro que se propone como una opción para ayudar a la investigación de los efectos de los sismos, dado que en el 85 tuvimos un gran desastre y fue muy poco el conocimiento que tuvimos de los efectos reales en los lugares donde hubo daños», señaló Juan Manuel Espinosa, director del Cires.
«El Sasmex es un sistema eficaz y está hecho con tecnología nuestra, es una satisfacción tener esta herramienta que es bastante elaborada, lleva muchos años de haberse puesto en servicio, en 1993 empezamos nuestros trabajos experimentales y es una labor que lleva seis años de depuración«, expuso.
Si bien la alerta sísmica ha funcionado para avisar a la población cuando se detecta un sismo en la zona donde tienen instalados sus sensores, es necesario ampliar su cobertura para también aumentar el rango de prevención en un país que registra en promedio 40 sismo diariamente, de acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional (SSN).
En entrevista, dijo que en un inicio instalaron 12 sensores en Guerrero, entre Punta Maldonado y Zihuatanejo; sin embargo, como los sismos no sólo se registran en esa región se tuvo que ampliar el sistema a otros estados, empezando por Oaxaca.
«Tenemos una infraestructura que está dando una cierta protección, pero ésta ha evolucionado del año 1993 cuando empezamos en Guerrero y después en el 2003 empezó a funcionar el sistema de Oaxaca», refirió.
Para el ingeniero Juan Manuel Espinosa, uno de los creadores del Sistema de Alerta Sísmica Mexicano, el Cires ha contribuido con su misión de generar datos para que los especialistas la estudien y construyan normas valiosas, más eficaces contra la amenaza de un sismo.