Bélgica se prepara para enfrentar este fin de semana un frente frío polar que llevará los termómetros hasta los 20 grados bajo cero en algunas regiones del país, una temperatura no habitual en esas latitudes.

Normalmente, a mediados de febrero las temperaturas en Bélgica oscilan entre los 8 grados centígrados durante el día y los dos por la noche.

El clima empezó a enfriar la pasada noche, llegando a seis grados bajo cero, y la temperatura seguirá bajando gradualmente hasta un mínimo de 20 bajo cero el lunes y martes, en la región de Hautes-Fagnes, cercana a la frontera con Alemania, al noroeste de Bruselas.

Un poco más al sur, en la región de Hautes-Ardennes, los termómetros deberán registrar 15 grados bajo cero, mientras que en el centro del país se esperan temperaturas de entre diez y ocho grados bajo cero.

La última vez que el país vivió un frente de esa magnitud en un mes de febrero fue en 1986.

De acuerdo con David Dehenauw, director meteorológico del Instituto Real de Meteorología (IRM) de Bélgica, el actual frente es causado por un desplazamiento del vórtice polar, una especie de cinturón de aire frío que se forma alrededor de las zonas polares terrestres durante los meses de invierno.

“El vórtice polar se ha desplazado hacia América del Norte y, en su lugar, se ha formado un anticiclón en el Polo Norte y en el norte de Rusia”, explica Dehenauw.

Los vientos del este de ese anticiclón empujan el aire frío polar hacia el sur.