Taxis voladores sin conductor serán probados en Nueva Zelanda como parte de un proyecto del cofundador de Google, Larry Page, con el que busca revolucionar el transporte de personas.
Los reguladores del país aprobaron este martes el proyecto de Zephyr Airworks, una filial de la empresa de Page, Kitty Hawk, para desarrollar y probar este futurista medio de transporte.
El aparato eléctrico fue llamado Cora y dispone de una docena de hélices en sus alas que le permiten despegar verticalmente y aterrizar como un helicóptero.
Sus creadores dicen que es mucho más silencioso, lo que implica que podría transportar pasajeros en zonas urbanas utilizando los tejados y los aparcamientos como puntos de aterrizaje.
«Ofrecemos un vehículo que no contamina, no emite gases, y que vuela de forma fiable, creemos que este es el próximo paso lógico en la evolución del transporte», afirmó Fred Reid, director ejecutivo de Zephyr.
El prototipo Cora que se probará en la Isla Sur del país tiene tres ordenadores a bordo para calcular su trayectoria de vuelo y puede llevar a dos pasajeros.
Su alcance es de 100 kilómetros (km) y puede volar a 150 km/h y una altitud de hasta 900 metros.
Zephyr afirma que tardó ocho años en diseñar Cora pero que los creadores necesitaban un entorno adecuado para ensayar este nueva tecnología de forma segura.
La firma eligió Nueva Zelanda debido a su descongestionado espacio aéreo y a su riguroso marco regulatorio. Reid aseguró que los responsables locales apoyaron la iniciativa.
«No teníamos ni idea de qué podía pasar. Se podrían haber reído de nosotros. Estamos presentando algo que sonaba a ciencia ficción», agregó Reid.
Aunque se prevé que estén en los aires en 2021, las pruebas del servicio de taxis voladores sin conductor deben prolongarse unos seis años.