En abril de 2020 el gobernador Omar Fayad, en medio de un debate mundial, tomó la determinación de hacer obligatorio el uso del cubrebocas en el transporte y en los espacios públicos de Hidalgo.

El mandatario hidalguense normalizó, mediante el Acuerdo por el que se establece el uso de cubrebocas como medida preventiva de alto impacto complementaria contra la propagación del Covid-19 en el estado de Hidalgo, publicado en el Periódico Oficial del Estado de Hidalgo, el uso obligatorio del cubrebocas para todos los ciudadanos que habiten o transiten por la entidad.

Esta, junto con otras medidas, permiten que aún con la cercanía que se tiene con el epicentro de la pandemia, CDMX y Estado de México; Hidalgo tenga una de las menores tasas de incidencia por cada 100 mil habitantes de la zona centro y de todo el país, con 181.41 casos.

Proyecciones fatales

Tres meses después, con 15 millones de casos confirmados y 617 mil muertes, expertos de todo el mundo concluyeron que el uso de cubrebocas es una estrategia efectiva para hacer frente a los efectos de salud y económicos provocados por la pandemia de Covid 19.

Proyecciones de Youyang Gu, egresado del Massachusetts Institute of Technology (MIT), indican un aumento en los decesos en México, alcanzando 110 mil muertos para el 1 de noviembre. Orlando Hernández Cristóbal, investigador de la UNAM, estima que serán realmente casi 350 mil para esa fecha.

Esa tendencia puede cambiar con el uso correcto del cubrebocas; de acuerdo con el artículo “Identificando la transmisión aérea como la principal fuente de contagio para COVID-19”, del ganador del Nobel, Mario Molina, en conjunto con otros científicos.

El artículo, publicado en PNAS, revista oficial de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, demuestra que “la diferencia entre hacer obligatorio o no el uso de máscaras definió el curso de la pandemia en Wuhan, Italia y Nueva York, la medida redujo significativamente el número de infecciones”.

Comprobado

Se concluye que, el uso de mascarillas en público es uno de los medios más efectivos para prevenir la transmisión, en complemento con el distanciamiento social, la cuarentena y el rastreo de contactos, son la oportunidad de lucha para detener el Covid-19 pandemia.

Otro estudio, el de la revista científica Proceedings of the Royal Society A, con una simulación de 60 millones de personas, mostró que, si todos llevaran mascarilla, no habría segundas o terceras oleadas. La propagación bajaría de su índice de reproducción sin necesidad de medidas extremas de confinamiento.

El estudio consideró cuatro tipos de mascarillas, según su nivel de efectividad, las más simples con 25% y las mejores con 95%, en todos los escenarios.

A finales de junio la Universidad de Washington presentó sus proyecciones de decesos por Covid-19. Según sus estimaciones al 1 de noviembre para México, el cubrebocas como estrategia de contención disminuye de 97,923 a 85,742 decesos, es decir, baja 12%. Por el contrario, si se elimina o debilita el uso del cubrebocas y las medidas complementarias, se incrementarían a 140,277 muertos, 63% más con respecto al uso del cubrebocas.

Obligación que salva vidas

El 14 julio, la doctora Laurie Ann Ximénez-Fyvie, jefa del Laboratorio de Genética Molecular de la UNAM, consideró que el uso del cubrebocas debería ser obligatorio: si 9 de cada 10 personas usarán uno, los contagios disminuirían el 60%. En conjunto con la aplicación de pruebas masivas, se contendría la pandemia.

Los especialistas señalan que los mensajes sobre la poca o nula eficacia del cubrebocas, y el reconocimiento tardío de su efectividad produjeron un déficit en un tiempo para prevenir.

La aceptación y uso adecuado de las mascarillas en Asia fue más exitoso debido a que es parte fundamental de su cultura desde 1918, cuando la gripe española azotó al planeta, mientras que en Occidente no hay nada similar.

Actualmente, a pesar del mensaje enviado por el presidente López Obrador, una encuesta realizada por El Financiero en marzo, mostró que 7 de cada 10 mexicanos consideró que sí es necesario usar cubrebocas como medida preventiva. Sólo en la Ciudad de México la percepción sobre el uso efectivo del cubrebocas aumentó del 75% en abril, a 90% en mayo y 92% en junio.

Efecto similar se produjo en EU, pues según la encuesta del Pew Research Center en junio, dos tercios de los entrevistados dijeron ponerse mascarilla en lugares públicos todo el tiempo o la mayor parte del tiempo, “a pesar de la ambivalencia de Trump”.

Creación oportuna

Aneta Kernova originaria de República Checa, fundadora de Masks4All, movimiento social que consiguió que en su país y muchos otros de Europa se estableciera el uso obligatorio de cubrebocas para combatir al coronavirus Covid-19, reconoció la iniciativa del gobierno hidalguense de dotar con cubrebocas reusables a los servidores públicos que durante la contingencia se han mantenido activos como policías, bomberos, choferes del transporte público, personal de protección civil y funcionarios que brindan atención directa a la población.

El cierre de establecimientos turísticos y comerciales por la pandemia generó crisis en el sector artesanal, al mismo tiempo la oportunidad para crear un producto con alta demanda en el mercado, como los cubrebocas.

La riqueza de los bordados hidalguenses ha dado la vuelta al mundo, recientemente el profesor George Fitzgerald Smoot, ganador del Premio Nobel de Física en 2006, compartió en sus redes sociales un cubrebocas artesanal bordado con un Tenango.

El ganador del Nobel es un físico y astrónomo estadounidense, doctorado en Física por el MIT y docente en la Universidad de Berkeley en California.