Colaborando

Limitar el concepto de democracia al ejercicio del sufragio, significa dejar de lado muchos otros factores que influyen en el desarrollo de este sistema de gobierno, y olvidar que en América Latina la transición a la democracia ha implicado grandes conflictos sociales y políticos” (Moreno Margarita, Noticia UCA, 2009 abril 2019).

La historia de nuestro país tiene ejemplos para todo. Hemos transitado a nuestra vida actual con no pocos problemas, que hemos mencionado en anteriores colaboraciones.

Hoy deseo disertar sobre el proceso que se acaba de vivir en el estado de Hidalgo el pasado domingo 18 de este mes.

Y es que, aunque parezca difícil de aceptar, las elecciones para optar por quienes son, a nuestro juicio, los mejores o menos malos, para ser nuestras autoridades, son como un mercado, donde llega y observa varias opciones. Cada producto, a través de su etiqueta informa de lo que están hechos, sus recomendaciones de uso, si no es que ya las conoce, la presentación, su costo, tiempo probable de uso, etc. El hecho es que elegimos un producto para un objetivo específico en nuestras vidas, en base a nuestro gusto.

Así son las votaciones. Lo importante es que, en ambos casos, acudimos a realizarlo en paz. No hay un estado de violencia para ejercer ese derecho constitucional y no debe existir tampoco, una vez que la autoridad electoral otorgue los resultados correspondientes. Los ciudadanos debemos entender que la democracia es un proceso, un procedimiento, que se realiza pacíficamente para elegir y que es nuestro el derecho el hacerlo.

Pero ahí no termina la cosa, más bien ahí da inicio, y así como cada producto tiene las recomendaciones del fabricante, así cada administración o representante popular debe atender las recomendaciones de sus electores.

Caer en los terrenos de la ideología pura y dura y la teoría sobre la soberanía popular, tiene sus riesgos o más bien sus problemas, pues imagine por un momento, ¿qué sucede si elegimos a un dictador y sus secuaces?, seducidos por su discurso, por su carisma, por su aspecto. Lo que sucederá es que estaremos peleando unos con otros, por culpa de quienes ni siquiera les preocupa.

Actualmente nuestro país vive esa polarización, que si los “fifís” y lo “chairos”; que si los conservadores y los liberales; que si los corruptos, que si la cuarta transformación, etc., etc., usted tiene su opinión.

Lo deseable, con nuestras autoridades recién electas, es que atiendan nuestros problemas en cada municipio. Sean del partido que sean. Pues el lado opuesto, es como lo que hacemos en el mercado cuando un limón no tiene jugo, o un durazno no le encuentras el sabor, o un calentador que no calienta, no tan solo lo dejas de comprar y no lo recomiendas, sino que vas con el proveedor y exiges el servicio que se ofreció.

Lo que deseamos es que el servicio de recolección de basura sea eficiente y de paso establecer un proceso de selección para respeto del medio ambiente. Deseamos que la policía municipal sea un aliado de los ciudadanos, no personas uniformadas que en no pocas ocasiones causan temor con su sola presencia. Necesitamos seguridad y tranquilidad en la vía pública. Mercados limpios. Calles transitables adecuadamente, no esa enorme cantidad de calles deterioradas que no se arreglan con un simple proceso de bacheo. Muchos adultos mayores en condición de calle requieren apoyo con alimentos y ropa. Urgen proyectos de desarrollo económico para reactivar nuestra muy pobre economía. En fin, ya escuchamos las campañas. Y nosotros como ciudadanos debemos ser aliados de nuestro gobierno, porque fueron electos de forma legítima y en paz, porque el gobierno no puede solo. Merecen nuestro respeto. Recíprocamente debemos ayudarnos.

Lo más importante es que aprendamos y tengamos el deseo de vivir en armonía, en paz, porque en la paz y con respeto todo se puede, en la violencia y con resentimientos, todo se destruye.

Por supuesto que sí podemos hacerlo. Porque la democracia se debe vivir como una cultura, no como el solo derecho de elegir por medio de un voto. La democracia es parte de la política y esta es el arte de construir, considerando las diversas opiniones e intereses afines. La política no es un grupo organizado para aprovechar su posición y su fuerza y hacer y deshacer con la autoridad y el dinero púbico, lo que les venga en gana, y de paso pervertir las normas para su particular conveniencia, eso es corrupción.  Convencernos con la fuerza de la razón, de nuestros derechos civiles. No dejarnos someter con la fuerza del discurso demagógico y sin argumentaciones demostrables.

La unidad de conceptos otorga unidad de acciones. Y así juntos, podemos hacer mucho, separados, no somos nada. Porque así quedamos a merced de los vividores.

Las elecciones deben ser para mejorar, porque existe ya un hastío de tanto abuso, y falta de resultados, para beneficio colectivo. Basta observar las secuelas en su municipio.

Sí, las elecciones son buenas y ya elegimos.

Hasta la próxima.

garubo58@gmail.com