Raymundo Isidro Alavez

En cada familia hay de hijos a hijos, unos aceptan las indicaciones de padres, están bajo su tutela casi en todos los sentidos, muchas veces acatan suposiciones de personas mayores, les tienen credibilidad por la experiencia adquirida a través de los años. En cierto modo, son dependientes de opiniones de otros para su desenvolvimiento. Además, insuficientes en la solución de acontecimientos de la vida cotidiana. Los padres están para solventar sus vidas.

Otros hijos, desde temprana edad se desprenden en forma paulatina de sus progenitores, inician por conseguir trabajo, alternan con el estudio y contribuyen con el gasto de la casa, como signo de responsabilidad. Estos o estas mocedades piden vivir aparte y resuelven sus propios gastos, afrontan las incidencias que les da la vida, de la cuál salen airosos. En esos acontecimientos muestran ser independientes y autosuficientes.

Ser independiente se requiere carácter férreo, flexible a veces, para afrontar vaivenes vivenciales, deciden sacrificar la comodidad que antes tenían. Prefieren desarrollar su capacidad para solucionar todo tipo de sucesos. Estos son independientes y autosuficientes en cumplir con sus necesidades elementales

La pretensión de vivir de forma independiente y considerarse autosuficiente en el individuo congrega a la responsabilidad, organización, disciplina y fortaleza para superar las carencias. Sobre todo, poseer capacidad para realizar determinadas tareas propias, con ello, evitar gastos que mengue su economía y se ajustan a su percepción salarial.

El sentimiento de independencia se manifiesta en el pensamiento, conducta y sentimiento del individuo, lo cual es normal y necesario. Sin embargo, el sentimiento de independencia y autosuficiencia se muestra también en grupos sociales, lo mismo que en países, a veces por inducción de dirigentes en turno, solo que, en estos casos se dificulta realizar todo lo que pretenden. Se obstaculiza en un país debido a que en el territorio no pueden producir todo lo requerido para las necesidades primarias, por escasos recursos naturales, nimios en tecnología e insuficientes en todas las áreas del saber.

La carencia de determinados recursos orilla a sus gobernantes a establecer convenios con otros países para vender lo que se produce y adquirir lo necesitado sean: alimentos, recursos extractivos, tecnología para las industrias; componentes químicos y otros. En otras ocasiones se cuenta con los recursos, pero falta la tecnología para su explotación.
México cuenta con yacimientos petrolíferos, también posee considerable reserva de gas natural, pero no posee tecnología de punta para su refinación, capacidad de extracción y almacenamiento en el caso del gas natural. Por eso, hoy se compra en Texas, Estado Unidos.

El desabasto de energía eléctrica en días pasados fue debido a: “emergencias a las nevadas que congelaron Texas y lo obligaron a suspender las exportaciones de gas a nuestro país”. Por esta condición climática se suspendió la entrega a la Comisión Federal de Electricidad para activar la tecnología propia, generar energía eléctrica requerida en los diversas sitios industriales, áreas sanitarias e iluminación.

Daniela Flores Ramírez, considerada especialistas en el análisis de los mercados de gas y petrolíferos, en su interesante estudio: Gas Natural, un combustible que no es para todos, distingue que la Comisión Federal de Electricidad es quien ocupa el primer lugar de su aprovechamiento, le sigue la empresa Petróleos Mexicanos, el tercer lugar lo ocupa el sector industrial, entre estos tres sectores usan el 97.5 por ciento de lo comprado, el 2.5 por ciento es empleado en el sector residencial, calefacción, transporte y usos domésticos.

El desabastecimiento de la energía eléctrica se debe a que no se aprovecha la generación de energía limpia, con recursos renovables para satisfacer el mercado de electricidad, para superar este apuro que afecta a la sociedad mexicana se requiere la unidad de voluntades de empresarios generadores de este recurso y del gobierno, solo así, se beneficia a consumidores y a la sociedad.

La autosuficiencia de recursos en un país no siempre aporta beneficios, es conveniente participar en convenios de mercado: comprar – vender o vender- comprar, se acepte o no vivimos un mundo donde prevalece las leyes del mercado. Murray Newton Rothbard, economista, historiador y teórico político estadounidense, externó las siguientes palabras: “Si ninguno pudiera intercambiar, si todo hombre estuviera forzado a ser completamente autosuficiente, es obvio que la mayoría de nosotros se moriría de hambre, y el resto escasamente podría mantenerse en vida. El intercambio es la sangre vital, no sólo de nuestra economía, sino de la civilización misma”. Cerrar mercados en limitar la inversión extranjera y falta de empleo.