Galdino Rubio Bordes

¿Quién no quisiera volver a ser niño otra vez?
Una de las cosas más afortunadas que te pueden suceder en la vida es tener una infancia feliz (Agatha Christie).
El pasado día 30 de abril se celebró, en nuestro país, el Día del niño.

Esta celebración nació al finalizar la Primera Guerra Mundial como una profunda y seria preocupación de originar conciencia sobre la necesidad de dar protección a los infantes.

La celebración del Día del Niño, tiene como objeto posibilitar la fraternización y comprensión de la niñez en el orbe.

Una de sus principales activistas fue Eglantyne Jebb, fundadora de la organización Save the Children, que, en conjunto con la Cruz Roja Internacional, impulsaron la Declaración de los Derechos de los Niños, difundiendo y convenciendo de los alcances de dicha declaración (1).

En nuestro país se destacan los derechos de: derecho a la vida a la supervivencia y al desarrollo; de prioridad; identidad; vivir en familia; igualdad sustantiva; no ser discriminado; vivir en condiciones de bienestar y a un sano desarrollo integral; una vida libre de violencia y a la integridad personal; protección de la salud y a la seguridad social; inclusión en niñas, niños y adolescentes con discapacidad; educación; libertad de convicciones éticas, pensamiento, conciencia, religión y cultura, entre otros(2).

De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020 del INEGI, en cifras redondas habíamos 126 millones de personas, de las cuales el 51.2% (64.5 millones) corresponde a mujeres y el 48.8% (61.5 millones) a hombres. Nuestra edad mediana es de 29 años y ocupamos el lugar número 11 de población a nivel mundial (3).
Los grupos de edad considerados de la niñez y adolescencia integrados con ambos sexos son:
0-4 años de edad: 8.0 millones.
5-9 años de edad= 8.5 millones.
10-14 años de edad= 8.7 millones.
15-19 años de edad= 8.6 millones.

De acuerdo con el Censo 2020, 62 de cada 100 personas de 12 años y más son económicamente activas. La tasa de participación económica es de 75.8 en hombres y 49.0 en mujeres.
La población residente en México, nacida en otro país es de 1 millón 212 mil 252 habitantes, de ellos, 797 mil 266 personas nacieron en Estados Unidos de América, 56 mil 810 en la República de Guatemala y 52 mil 948 son originarios de la República Bolivariana de Venezuela.
En teoría y por mandato de ley, el CONEVAL, realiza un importante trabajo para conocer la situación en la que vive la población en México, en particular la que se encuentra en condiciones de pobreza y vulnerabilidad. El fruto de su esfuerzo, permite un aporte importante a las personas o funcionarios gubernamentales que su responsabilidad es la elaboración de políticas públicas del país y hacen las decisiones.
La información obtenida identifica los grupos que requieren mayor atención para priorizar acciones oportunas. Se supone que también permite ubicar en línea los esfuerzos del país hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible dentro del marco de la Agenda 2030.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia en México (UNICEF) han trabajado conjuntamente, a lo largo de varios años, para visibilizar las condiciones de vida de la infancia y adolescencia, un grupo poblacional que no siempre es atendido con la prioridad que requiere (4).
De los resultados que informan encontramos que, en el caso de la población infantil y adolescente, la pobreza ha sido más desfavorable para este grupo, que el de la población en general. Así, la población total en el año 2016 (la valoración del 2020 está en proceso para este grupo de edad) mostró tener un 43,6% y en el mismo año la población de 0 a 17 años mostró ser del 51.1%.
Traducido en millones de personas, 9.4 millones de la población total se ubicaba en pobreza extrema (con carencia de tres o más indicadores) y 3.6 millones de población de 0 a 17 años.
La observación de la pobreza a nivel municipal también permite identificar contrastes importantes sobre la concentración de pobreza infantil y comprender su presencia tanto en áreas rurales como urbanas. Por ejemplo, en el país existen 276 municipios (de un total de 2,446 de los que se pudo obtener una estimación de la pobreza) con más del 95% de niñas, niños y adolescentes en situación de pobreza, la mayoría de estos son rurales y están concentrados principalmente en Chiapas, Guerrero y Oaxaca. Por otro lado, hay 187 municipios que concentran la mitad de la población infantil y adolescente en situación de pobreza, de los cuales 135 son urbanos y 119 pertenecen a zonas metropolitanas.
La pobreza extrema presenta un patrón similar al de la pobreza total; en 87% de los municipios rurales se encuentra el 60% de niñas, niños y adolescentes en pobreza extrema. En 226 municipios se concentran la mitad de las niñas, niños y adolescentes en situación de pobreza extrema, de los cuales 160 se localizan en Chiapas, Estado de México, Guerrero, Michoacán, Oaxaca y Veracruz. Los municipios con porcentajes de pobreza extrema mayores al 50% de la población infantil y adolescente, se concentran principalmente en zonas rurales y de difícil acceso
La reflexión en esta ocasión, se centra en el hecho de la celebración del día del niño. Por los datos enunciados, hubo, como años atrás, millones de niños que es probable desconozcan que existe un día dedicado a celebrarlos y en el caso de que, sí lo conozcan, entonces ¿qué celebraron? Si no tienen acceso a la educación, a la salud y sus padres no encuentran manera de generar recursos económicos para satisfacer sus necesidades más apremiantes, como la alimentación, el calzado, la ropa, el acceso al agua, etc.
“Cuando nos preguntamos ¿por qué algunas naciones son ricas mientras otras son pobres? La idea clave es que las naciones producen dentro de sus fronteras no aquello que la dotación de recursos naturales permite [sic], sino aquello que las instituciones y las políticas públicas permiten” Mancur Olson.
De los términos más utilizados por los políticos y servidores públicos, para hacer referencia a las acciones de gobierno es el de políticas públicas. Por lo que vale el preguntarse si todo lo que hace el gobierno ¿son políticas públicas?
Cito la definición. “Las políticas públicas son acciones de gobierno con objetivos de interés público que surgen de decisiones sustentadas en un proceso de diagnóstico y análisis de factibilidad, para la atención efectiva de problemas públicos específicos, en donde participa la ciudadanía en la definición de problemas y soluciones” Julio Franco Corzo Diseño de Políticas Públicas.
Por lo anterior, la acción de gobierno que no busca el interés público o que no tiene el sustento de un proceso de diagnóstico y análisis, no es una política pública, es simplemente un acto de autoridad.
Y como se muestra en la realidad: una cosa es hablar y otra es hacer y dar resultados.
En verdad no es una pena, es una tragedia, que, en nuestro país, seamos incapaces de ser solidarios y empáticos con tantos niños que sobreviven en la miseria y la desesperanza de ahí el planteamiento ¿Y quién por ellos?
Por cierto: Las políticas públicas deberían responder tres preguntas:
1) ¿Cómo tomar decisiones de gobierno más inteligentes?
2) ¿Cómo generar y mejorar la información para los funcionarios a cargo del diseño de políticas públicas? (En nuestro país, el CONEVAL, lo ha hecho bien).
3) ¿Cómo incorporar en el gobierno mayores niveles, dosis de ciencia y racionalidad?
Harold Lasswell (1902-1978)

Nos leemos en la próxima. Saludos cordiales.
Galdino Rubio Bordes garubo58@mail.com

 

Fuentes de información.
(1) https://es.wikipedia.org/wiki/D%C3%ADa_del_Ni%C3%B1o
(2) https://www.cndh.org.mx/derechos-humanos/derechos-de-las-ninas-ninos-y-adolescentes
(3) https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2021/EstSociodemo/ResultCenso2020_Nal.pdf
(4) https://www.coneval.org.mx/Medicion/Documents/UNICEF_CONEVAL_POBREZA_INFANTIL.pdf