A cuatro años del asesinato de Samuel Óscar Malpica Uribe, ex rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, el caso sigue impune, por ello, Samuel Óscar Malpica Moreda, su hijo, pide al gobierno del estado que cumpla con su responsabilidad y se ponga a investigar, «porque por eso le pagamos todos y le pagamos muy bien«.
Y no es que Malpica Moreda crea que el caso de su padre es el único o el más importante, está el reciente asesinato de Miztli Sarabia, la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa o los feminicidios con los que diariamente amanecemos, dijo en una rueda de prensa este domingo 2 de julio, justo a cuatro años del día en que perdió a su padre.
«Vivimos una situación de vulnerabilidad e impunidad social, no solo a nivel municipal y estatal, también a nivel nacional. Manifestaciones cómo está -una rueda de prensa- que son muy sencillas, mantienen viva la llama de la memoria y la conciencia. Es decirle a las autoridades correspondientes, a la sociedad en general y a los medios de comunicación, que esto no se olvida y seguiremos manifestándonos eventualmente».
Acusó que no se ha dado ningún avance por parte de la Fiscalía del Estado en la investigación, que nunca los han vuelto a citar, por lo que él entregó un oficio este 1 de julio, solicitando que se cite a declarar al respecto a Alejandro Mondragón, quien en una columna publicada en días recientes en el portal statuspuebla.com.mx, con el título «Esparza es un problema«, deja entre ver qué él sabe quién o quiénes serían los responsables de la muerte de su padre.
«Las declaraciones que el periodista hizo, con el debido respeto, me parecen demasiado fuertes como para creer que no hay algo, si el señor Mondragón hace semejantes declaraciones, supongo que él cuenta con referencias, pruebas, señalamientos, indagatorias, que pueden servir al esclarecimiento de este crimen. Es por eso que me interesa que declare de manera formal».
Concluyó que si Alejandro Mondragón no quiere declarar o si no tuviera las pruebas necesarias, estaría muy desilusionado, pero finalmente no sería con él con quién tendría un problema, más bien con la gente a la que involucra en sus fuertes declaraciones.