Solo dos perfiles finales analiza el Comité Directivo Nacional del PRI de cara al 2018 para competir por Puebla y pelear por la gubernatura.
Entre Enrique Doger y Juan Carlos Lastiri saldrá el candidato por el partido tricolor para pelear por la sucesión de Antonio Gali Fayad.
Sin embargo hay un tercero en discordia que es la carta oculta bajo la manga.
El escenario podría ser alguno de los siguientes:
Primer escenario.
Que la dirigencia nacional decida que el priismo poblano tiene el derecho legítimo de luchar por recuperar la gubernatura, pero rascándose con sus propias uñas.
En ese caso estarían designando a Enrique Doger como el candidato toda vez que es el perfil más competitivo.
Es un político confrontativo, sin miedo a la crítica y que consolida mensajes atinados en cualquier controversia.
Representa al político que sale a defender sus puntos de vista con argumentos, aunque eso le ha ocasionado enemigos en muchos sectores.
Segundo escenario.
Si el PRI nacional decide sacrificar la gubernatura, elegiría a Juan Carlos Lastiri.
Simulará, la dirigencia presidida por Enrique Ochoa, que le apoyara aunque en el fondo realmente no haga lo suficiente por hacerlo ganar y cederá el poder al panismo.
El hoy todavía subsecretario de la SEDATU ha provocado división y no ha generado el arraigo necesario ni suficiente dentro de las estructuras.
Tiene apoyos desde otros frentes, incluso nacionales, pero eso no le será suficiente.
Tercer escenario.
El as bajo la manga.
Su nombre es Aurelio Nuño, actual secretario de Educación.
Si el Presidente Peña realmente negocia con otras fuerzas como el PAN a fin que no exista posibilidad de que Morena alcance la victoria, colocará en Puebla al teziuteco, eso sí, con todo el apoyo del aparato gubernamental.
Lo anterior aunado a que se argumentará que dado los escenarios de confrontación que se viven (y vivirán) al interior del partido no dejan otra opción que un enviado del mismísimo primer priista del país. Quiero ver qué alguien «levante la voz».
Así se configura el escenario, complicado sin duda, para el PRI, de cara al 2018 que determinará si se mantiene vivo o si firma su acta de defunción.
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El Congreso del Estado tendrá que enfrentar un nuevo revés.
Ahora la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha determinado como antinconstitucional la legislación relacionada con los matrimonios igualitarios.
Al ser rechazados en el fondo por las y los diputados y dejarlo así plasmado en el código civil, ahora el máximo tribunal del país ha optado por corregir la plana lo que le llevará a nuevamente legislar en la materia.
Los congresistas locales tienen de dos: o le siguen dando vueltas, dejando que la Suprema Corte siga pronunciándose en contra o de una vez por todas redacta una ley de acuerdo a la normativa federal.
Habrá que ver.
@AlbertoRuedaE