Alguna maniobra pronta y urgente tendrá que ejecutar Andrés Manuel López Obrador (AMLO) si no quiere que su partido en Puebla vuelva a fracasar en 2018 como ya sucedió en la elección pasada (2016).

Porque las grillas, los punta pies y los guamazos están a la orden del día en Morena.

Su casa política de Puebla está convertida en un verdadero infierno.

Un abismo en donde nadie se respeta.

En donde los dos grupos rivales se están dando con todo.

Porque ni el dirigente estatal del Movimiento de Regeneración Nacional, Gabriel Biestro Medinilla, ni el diputado federal Rodrigo Abdala Dartgiues, líderes de uno de los bloques en conflicto, van a ceder en la repartición de las candidaturas.

Ya lo juraron y perjuraron.

Ni el PRI tiene hoy ya tan agudo su conflicto interno.

Así que aún está por verse el mejor de  los capítulos de la bronca entre los fundadores y los arribistas de Morena.

Porque ahora resulta que en Morena hay más envidia, injuria y ofensa que en el PRI.

Pero que asquerosidad es esto.

Todo esto, desde luego, va a minar el triunfo que tanto han presumido podría obtener AMLO en Puebla en el 2018.

Algo que deben analizar es por ejemplo, que José Juan Espinosa tiene discurso, imagen, personalidad y un colmillo retorcido como posible candidato.

Lo mismo sucedería con Alejandro Armenta, quien tiene más agallas para hablar que cualquiera de los dos líderes de Morena.

Armenta ya tuvo los pantalones de enfrentar y señalar directamente y con pruebas en mano los abusos del morenovallismo.

Y qué decir de Barbosa, quien sea lo que sea es muy hábil para hacer política a favor de AMLO.

Al legislador le sobran tablas y nivel político como para enseñar a quien sea a hacer travesuras en una elección.

En el caso de Fernando Manzanilla es lo mismo.

Así que por favor alguien que le diga a AMLO todo lo que está pasando en Morena.

No sea que después ya sea muy tarde.

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Doger aprieta el paso

Todo parece acomodarse para que en el PRI sea Enrique Doger Guerrero el candidato al gobierno del estado en 2018.

Por fin llegó la hora de poder demostrar su calibre como candidato.

Y no es extraño, Doger tiene una mejor imagen, más arrastre, más discurso, más empatía y aceptación con la gente.

Ya sólo falta que salga mejor evaluado en las mediciones.

Y si el PRI quiere competir en 2018 va a tener que hacerle caso a la lógica y abanderar a Doger.

Ya no hay tiempo para experimentos.

Así que parece un hecho que Doger será el elegido.

Ya lo veremos.

posdatasintesis@yahoo.com.mx

poncharelazo@yahoo.com.mx

En twitter: @poncharelazo

 

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