Después del sismo del 19 de septiembre persiste desolación en la Ciudad de México, Morelos, Puebla, Estado de México, Guerrero y Oaxaca, situación que se suma a lo que generó el primer movimiento el 7 de septiembre y que también afectó a Chiapas. Pero hay algo que es una constante: la solidaridad juvenil.
Se mantiene la sicosis generalizada. Se nota en las calles. Se siente en los centros de trabajo, en las viviendas.
En todas las entidades ha despertado una masiva solidaridad ciudadana, mejor organizada, más amplia quizá, que el 19 de septiembre de 1985.
Alguna diferencia, si es que fuera relevante comparar con aquel episodio que no desaparece de la memoria colectiva, es que hoy los jóvenes son los protagonistas de tal fervor solidario.
Son los chavos quienes se organizaron para recopilar víveres, para almacenar y catalogar los productos entregados por los ciudadanos.
Son también los menores de edad y jóvenes de todas las edades quienes despertaron en sus padres la obligación moral por ayudar, simplemente ayudar, de la manera en que sea posible.
Los vemos en las redes sociales, espacio por cierto, que ayer fue escenario para un nuevo linchamiento contra Televisa, por la “creación” de Frida Sofía, una menor a la que se intentó rescatar de entre los escombros en la escuela Enrique Rebsamen y que resultó inexistente. La Secretaría de Marina al final de la jornada aceptó su responsabilidad en la difusión errónea de la información.
El ánimo colaboracionista de los jóvenes también se tradujo en la exigencia a los partidos políticos para que donaran el recurso de las campañas políticas en beneficio de los damnificados y para la reconstrucción.
Ese tema también fue difundido ampliamente, como es el lenguaje de las redes sociales, confrontando, con crítica aguda, desbordada, que refleja en buena medida el ánimo social.
Al final de la tarde los partidos políticos, arrollados por la vorágine de críticas en su contra, accedieron a pedirle al INE los ayude a canalizar a la reconstrucción los recursos que están presupuestados a su campaña.
En la noche, el presidente del INE, Lorenzo Córdova, anunció que se reunió con liderazgos partidistas y escuchó de todos las peticiones.
Afirmó que sí hay condiciones para reorientar ese gasto y anunció que se buscarían alternativas para concretarlo.
Queda claro después de observar estos fenómenos ocurridos a partir de la tragedia que los jóvenes serán quienes conduzcan las decisiones de los políticos, de los organismos electorales, y al final, conducirán las decisiones de los electores.
Si los líderes de los partidos políticos fueran inteligentes, tomarían nota sobre este fenómeno. Aunque no estoy seguro de que sea posible.
Lo que sí puede ocurrir es que entre esta vehemencia juvenil surjan opciones, alternativas ciudadanas de cara al proceso electoral que comenzó el 8 de septiembre, un día después de que la tragedia tocó a la puerta y entró a la casa de miles de mexicanos.
Gracias y nos leemos el lunes.
Mientras los encuentro en redes como @erickbecerra1