Atlixco. Con manchas de sangre aún en las manos doña Virginia pedía al dueño de un pitbull la mañana de este miércoles en Metepec que tuviera más cuidado con el perro; “hoy fue nuestro perrito, el perrito de mi nieto, pero podría a ver sido un niño, no deje que se le escape así su perro”.

Esto tras de que el perro de la raza pitbull se escapó durante la mudanza en la casa número 9 de la calle nueva en esta junta auxiliar y en su carrera desenfrenada el animal se topó con un pequeño french poodle al que pesco del cuello y no soltó pese a los intento de varios vecinos que a su vez golpeaban al atacante y corretearon por calles de la comunidad ante la mirada horrorizada de niños y voluntarios que se encontraban en la zona.

Esto de los perros sueltos y los niños en las calles de Metepec se está convierto en una verdadera preocupación para todos aquellos que tiene que vivir en las calles debido a que sus viviendas fueron afectadas por el sismo del pasado 19 de septiembre.

Algunos de los vecinos que llegaron hasta la casa del dueño del pitbull para solicitar hasta el sacrificio del animal por el riesgo que representa, indicaron que este no es el único perro de esa raza en esta comunidad; “hay otros que por las noches los sueltan y los animales andan por todas las calles uno se tiene que encerrar en su casa de campaña y tratar de no salir para no toparse con ellos, porque nos da miedo que nos ataquen”, comentaron entre la gente.

Fue con la llegada de elementos de la policía estatal al domicilio del dueño del perro atacante que los ánimos no se encendieron más, los elementos informaron al propietario Carlos Zafra Romero que en caso de que su mascota ocasionara otros daños deber responder ante ellos.

Así como les solicitó que lo mantengan alejado de la puerta que da a la calle, encadenado y con bozal de preferencia, porque esos animales son muy violentos y peligrosos.

Ante esto el dueño aseguro que se hará cargo de su mascota, de la cual dijo es muy tranquilo, pero seguramente al verse rodeado por otros perros se sintió amenazado y ataco.

En tanto en una de las esquinas moribundo se encontraba el pequeño frencho poodle, a la vista de su dueño un pequeño de escasos 11 años que lloraba al verlo ensangrentado.

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