A tres años de que se inauguró la línea de matanza para ganado bovino en el rastro municipal -18 de diciembre de 2014- a la fecha no existe un sólo sacrificio debido a que los introductores no pueden demostrar su inocuidad.
El director de Industrial de Abasto, Julio César García Ángeles, reveló que la certificación tipo TIF no perjudicó para iniciar con la actividad, después de que fue inaugurada en el 2014, sin embargo, los trámites administrativos así como las características han evitado el trabajo de aquella línea.
“De bovino no tenemos. He tenido reuniones con introductores pero no se arriesgan a llevar el ganado, no tienen manera de demostrar su inocuidad. No perjudicó su calidad TIF, no es eso, es más bien de autoridad, porque nosotros somos los responsables de la salud de los poblanos”.
En el tema, abundó que toda la carne debe contar con ciertos lineamientos: libre de clembuterol, tuberculosis, entre otras enfermedades; por ello, se les niega su ingreso, aunque en muchas ocasiones, los introductores no arriban al rastro porque saben que no se les aceptará el animal.
Agregó que en el caso de porcinos, las cifras sí son alentadoras, por semana sacrifican 3 mil cabezas: “Yo espero que podamos concluir con cifras satisfactorias, andamos con los 3 mil sacrificios a la semana en ganado porcino, yo creo que vamos a mejorar”.
¿Qué es TIF?
Los establecimientos TIF tienen el propósito de obtener productos de óptima calidad higiénico-sanitaria con reconocimiento internacional, ya que cuentan con sistemas de inspección y controles de alto nivel.
Lo anterior promueve la reducción de riesgos de contaminación de sus productos, y esto se logra a través de la aplicación de sistemas de inspección por parte del personal capacitado oficial o autorizado.
Es objeto de una inspección sanitaria permanente la instalación de sacrificio de animales de abasto, frigoríficos e industrializadores de productos y subproductos cárnicos, se verifica que los procesos y las instalaciones cumplan con las regulaciones que señala la Sagarpa para que los alimentos sean inocuos.
Por último, el sistema TIF minimiza el riesgo de que los productos y subproductos cárnicos puedan representar una fuente de zoonosis o diseminadores de enfermedades a otros animales, con lo que se disminuye la afectación a la salud pública, la salud animal, la economía y el abasto nacional.