El director de evaluación y seguimiento para Estados Unidos y América del Norte de la Secretaría de Economía, Marco Augusto Manrique Sánchez, reconoció hay un cuello de botella en fronteras, donde 80 por ciento de los envíos a Estados Unidos se hacen a través de la misma, por lo cual se promueven acciones como empresas certificadas, seguros, infraestructura y flujos seguros.
En los últimos años la inversión mexicana hacia los Estados Unidos ha crecido, aunado a cruces de un producto de seis a siete veces la frontera.
Manrique Sánchez en torno a los avances tendientes a la modernización del TLCAN, sugirió que no ha sido malo para Estados Unidos, pues el valor agregado de las exportaciones mexicanas se relaciona en cerca del 40 por ciento con insumos provenientes de ese país.
Ubicó que las exportaciones suman más de 409 mil millones de dólares, creciendo del 1.3 al 2.3 por ciento del PIB los envíos al exterior entre el año 2013 y el 2017.
Manrique Sánchez resaltó que con TLCAN se logró ser líderes en producción de manufacturas (televisores, refrigeradores, computadoras y vehículos).
Indicó que el campo no ha quedado rezagado por el TLCAN, siendo uno de los principales exportadores en diversos insumos como cerveza, tomate, aguacate, tequila y mezcal, en los que ocupa el primer lugar en envíos a Estados Unidos, además de ocupar segundos y terceros lugares en hortalizas, guayaba, café y frutales diversos.
Advirtió que entorno a Canadá se desconocen por empresas las oportunidades de participar en cadenas de abastecimiento intraindustriales, desconocimiento de normas y trámites para productos mexicanos en el mercado canadiense y ser vecinos del mercado más grande del mundo.
Recordó que desde 2016 se diseñaron 14 estrategias en el plan de trabajo para la competitividad de América del Norte, que incluye el mapeo de clusters, eficiencias en cadenas de suministro, gestión de la frontera del siglo XXI, innovación y desarrollo económico y difusión con actores relevantes.
En paralelo, se cuenta con un Consejo de Alto Nivel para la Cooperación Regulatoria, certificando normas entre México y Estados Unidos.
Destacó que el tema migratorio no ha contaminado las negociaciones del TLCAN, donde cada quien sabe a lo que va en las pláticas.