El paso de la historia no tiene tiempo para detenerse. Es la cadena de eventos que narra la realidad presente… Y su acumulación, no es más que la crónica en páginas, de una narrativa que resume tu vida, mi vida… nuestras vidas.
A veces la historia es precipitada en un “impromptu”.
En otras ocasiones responde a acciones bien planeadas, estratégicamente diseñadas, con un sentido para que la relación causa-efecto tenga un resultado inteligente.
Tus y mis acciones, con el tiempo, acumulan razones, o por lo menos, eso es lo que se debe esperar del conglomerado humano en lo que evolucionamos.
Siempre he pensado en México.
Y me pregunto si ahora está en la disyuntiva crecer.
Si ya se lo ha ganado.
Si merece el privilegio.
El país ha vivido atado a un Sistema asfixiante… de castración de ideales.
Un modelo de gobierno, limitado y sin alcances.
Regido por instituciones fallidas, de intérpretes perversos e ignorantes. Insaciables… miopes.
Ser un servidor público incapaz ya no es noticia.
No solo deja de sorprendernos, sino que -por reiterado- parece normal.
La distancia social entre ricos petulantes y pobres inermes, se hace más grande a medida que el tiempo pasa.
Nada parece detener el abismo que todos los días se ensancha y los divide, cual si fuera una falla geológica de proporciones monumentales. Monstruosas.
¿Nos duele el sufrimiento ajeno?
¿Ofende el abandono y la miseria… enfermedad y el hambre?
¿Es justa la abundancia de los que nos gobiernan?
¿Es vulgar y grosera?
Luego de haber vivido dentro del mundo de la política, en este viaje cargado de experiencias, me doy cuenta que los hombres y mujeres. Partidos e Instituciones dedicadas al “arte” de gobernarnos, tienen un sello de desprecio por el resultado de su función.
Ya no hay pudor para ellos cuando son descubiertos.
Mientras haya una gota que exprimirle a México, ésta será extraída. Aunque el país se agote de abuso y llore de pena.
Hoy termino una etapa de mi vida. Me siento feliz de su final.
Descanso al no haber encajado en el mundo de “esos” que desprecio.
Más eso no significa que el final sea la terminación del tramo.
¡Al contrario!
Muerte o final son signo de principio o vida.
Ya sin el peso de haber sido parte -aunque sea de manera tangencial- de la raza odiada por mi pueblo. Libre de ese lastre, me siento con alas para volar. Pulmones para gritar.
Puños para pelear… y una conciencia que me exige conectar contigo. Inquietarte. Despertar tu ansiedad por un país limpio. No sólo de basura orgánica o inorgánica… sino humana.
Si la basura es el problema de México, ayúdame a limpiarla. Toma tus medidas para salvar a un México enfermo.
No decaigas, ni llores. No te desesperes ni pierdas enfoque.
Sacaremos a la Patria.
Recuperaremos a la nación.
Y ya mañana, brindaremos por lo que pudo ser y no fue, al cortar la pesadilla a la que apunta este suelo preñado de corrupción.
¡Para que brille el sol!
Hablemospormexico.org
@PedroFerriz