Existe un escenario donde las empresas registran incrementos significativos en la productividad pero que no se reflejan en los salarios, se destacó en la Universidad Iberoamericana de Puebla donde se presentó el Informe 2018 del Observatorio de Salarios.

Y es que de acuerdo con el reporte, para 2005 Puebla se encontraba en el lugar número 30 de las entidades del país de acuerdo al salario promedio recibido, siendo éste de $3,371.08 pesos y de $2,453.93 en la población de jóvenes.

No obstante, para 2017 la situación no cambió mucho, pues el estado de Puebla se posicionó en el lugar número 29, después de Hidalgo y antes que Morelos. El salario fue de $3,237.14 y de $2,711.04 para la población joven trabajadora.

El coordinador del Observatorio, Miguel Reyes manifestó que tal panorama demuestra que las grandes obras, la rueda de la fortuna más grande de América, las ciclo vías, la instalación de Audi y todas esos de relumbrón no han contribuido para que los jóvenes en Puebla, ni los poblanos tengan acceso a una vida digna, “por el contrario esta situación lo que ha generado es incrementar los niveles de violencia e inseguridad”, aseguró.

En ese sentido, señaló algunas recomendaciones que deja sobre la mesa y espera que los candidatos a la gubernatura tomen en consideración para su gobierno. Entre estos aspectos, está el establecer reales políticas salariales que impliquen el aumento salarial tomando en cuenta el indicador de poder de compra el cual no es más que el aumento base de salarios (mínimos y promedio) con base en un índice de costo de vida.

“Otros dos indicadores que se deben de tomar en cuenta es el de eficiencia, el cual corresponde a aumentos salariales vinculados a productividad o rendimiento de la empresa; y el crecimiento regional, el cual debe considerar el efecto conjunto sobre las remuneraciones de dos factores: el índice de costo de vida por región; y el diferencial de productividad por tamaño de empresa”, sostuvo.

Y es que indicó que para el 2017, tan sólo el 30.2% de la población joven contaba con seguridad social, es decir, solo un 0.8% ha aumentado de un año para el otro; en el caso de los trabajadores sin esta prestación social el porcentaje fue del 58.9%, descendiendo solo un 0.4%

En lo que concierne al rubro de prestaciones sociales, señaló que en 2005 sólo el 45% de la población joven de 15 a 29 años contaban con acceso a salud, situación que en el 2017 no cambio, es decir, se mantuvo el mismo porcentaje. “De 15 a 19 años en 2017 sólo el 24% tenía acceso a este derecho, y de 25 a 29 años únicamente el 55%”.

Sobre las condiciones de trabajo y continuidad en el empleo, específicamente la jornada laboral, expresó que cada año aumenta el porcentaje de personas sin contrato; “para el 2017 disminuyó un 5% esta situación, pues en 2005 el 63% de la población subordinada joven de 15 a 29 años no contaban con un contrato; para 2017 este escenario descendió a 58%”, comentó Reyes Hernández.

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