Atlixco. Después de que la suerte decidió que San Félix Papa debía ser el patrono de esta ciudad, hace cientos de años, los devotos de este personaje no permitieron que un sismo le impidiera conmemorar en este día a su protector, por ello pese a que el templo dedicado a este religioso está cerrado al público por los trabajos de reconstrucción la fiesta se trasladó a la escuela de la fe. 

Esta es una muestra aseguró el sacerdote Jesús Genis, de que los atlixquenses no han dejado de lado a su patrono, como tampoco a San María de la Natividad ni a San Miguel.

Desde las siete de la mañana de este miércoles 30 de abril las puertas  se abrieron en el edificio donde ahora se realizan todas las actividades religiosas que efectúa la comunidad católica de Santa María de la Natividad. 

El párroco relató en entrevista se inició con mariachis y una misa tras la cual se repartieron tamales y champurrado, además para las 13 horas otra eucaristía de unción y posteriormente un recorrido entorno a la parroquía de Santa María de la Natividad.

«La verdad a mí me sorprendió la convocatoria que se tuvo, pues pareciera que San Félix siempre está en el olvido y más ahora con lo del sismo y que su templo está cerrado. Pero el auditorio provisional que tenemos en la escuela de la fe, se llenó hoy por la mañana y creemos así será en la misa de la tarde«, relató.

El clérigo relató la historia del porqué San Félix Papa es el patrono de Atlixco, «fue en 1580 cuando una plaga azotó los sembradíos de los campos de Atlixco, entonces la Villa de Carrión, después de muchos intentos por exterminarla no lo lograron entonces se dieron cuenta que no tenían un santo protector, por ello en una reunión a la que asistieron autoridades civiles y religiosas, así como los pobladores de ese entonces de la localidad«. 

Y continuó: «el método elegido fue un sorteo, metieron en la urna a todos los santos del calendario y en tres ocasiones salió San Félix Papa, fue entonces que empezaron a venerarlo y la plata desapareció, este es el relato  histórico-religioso desde entonces«, finalizó el padre Jesús Genis. 

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