Ciudad de México. Ante la mayoría que logró la coalición Juntos Haremos Historia en las elecciones del pasado 1 de julio rumbo a la conformación de la LXIV Legislatura en el Congreso de la Unión, el presidente de la Coparmex, Gustavo de Hoyos Walther, demandó a los próximos legisladores en la Cámara de Diputados y el Senado de la República, evitar tentaciones autoritarias y garantizar que se escuchen todas la voces representadas en el Poder Legislativo.

A través de un documento titulado, “Los Retos de un Gobierno con Mayorías”, el líder de la Confederación Patronal de la República Mexicana, destacó que por primera vez desde 1997 un partido de coalición (PT-Morena-PES) tendrá mayoría absoluta en las cámaras, por lo que ante el momento histórico en la vida democrática del país, se debe de “garantizar la efectividad de los contrapesos en las Cámaras del Congreso de la Unión”.

Esta será la primera ocasión en 24 años que un Presidente de México contará con mayoría en la totalidad del Poder Legislativo“, indicó.

Se estima que en la Cámara de Diputados, Morena y sus aliados de la coalición Juntos Haremos Historia (PT y PES) contarán con 303 curules, frente a 140 de la coalición Por México al Frente (PAN-PRD-MC) y 63 de Todos por México (PRI-PVEM-NA).

En el Senado, la alianza Juntos Haremos Historia tendrá 70 espacios; el Frente, 38 y Todos por México, 20.

Asimismo, del total de cargos de elección popular disputados en 30 entidades, 58.7 por ciento fue para Morena, incluyendo la mayoría en 19 legislaturas estatales.

Es por ello que De Hoyos Walther, insistió que “los contrapesos son eficaces para evitar tentaciones autoritarias de las mayorías, y garantizar la pluralidad de las voces en la representación”.

Consideró que “para fortalecer el sistema de partidos, consolidar una democracia participativa y generar mayor legitimidad a los gobiernos, es necesario adoptar realizar un cambio de fondo en la relación entre gobernantes, partidos políticos y los ciudadanos”.

Para lograr estos objetivos enumero los siguientes puntos:

  1. Renovar la relación entre la ciudadanía y los partidos. Para que ofrezcan espacios de participación para todos los géneros, edades y grupos sociales, ya que en la medida en que sean un reflejo de la pluralidad de la sociedad, la ciudadanía se sentirá mejor representada.
  2. Fiscalización financiera de los procesos electorales. Se necesitan autoridades electorales fortalecidas y con un marco jurídico más robusto, para evitar financiamiento extralegal o excesivo durante las campañas. Las instituciones democráticas deben preservar los principios de competencia, tales como la equidad en la contienda, la no discriminación en el acceso a la representación y el uso transparente de recursos públicos.
  3. Revitalización de los mecanismos de democracia directa. Los referéndums, plebiscitos, iniciativas ciudadanas de ley, y la revocación de mandato, han ganado terreno en todo el mundo, como instrumentos que motivan la participación ciudadana en temas específicos. Desde luego que conllevan varios riesgos, por lo que se debe impulsar su pertinente regulación.
  4. Crear marco jurídico para gobiernos de coalición. Gracias a la última reforma político electoral a la Constitución, a partir de 2014 México cuenta con esta figura. Bajo este modelo se busca dar continuidad a las alianzas electorales en una agenda legislativa estable.
  5. Instituir la segunda vuelta electoral. Por años se ha insistido en que la segunda vuelta electoral puede significar gobiernos con mayor legitimidad electoral. El voto honesto en la primera vuelta permite fortalecer a las opciones que no necesariamente pueden ganar pero que merecen un espacio de representación. Sirve también como instrumento para reducir el abstencionismo y aumentar la pluralidad de la representación.

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