Chandra Choubey ha sido nombrado nuevo director de PrepaTec de la región sur del Tecnológico de Monterrey, en Puebla.

Inmediatamente el escritor de “Del vientre a la muerte” y “Juan Rulfo: el llano sigue en llamas y las ánimas en pena”, ha marcado su rumbo como directivo: desarrollar el talento de sus estudiantes.

“La educación debe radicar en exigirle a los alumnos y al mismo tiempo creer en ellos, para que tengan un desarrollo integral; que sepan aprender del pasado, que sepan que no tienen que juzgar a sus padres, porque quizás pueden aprender y el día que sean papás pueden repetirlo mejor”, dijo.

Nacido en la India, Choubey es un creyente de que el ser humano puede y debe ser cada día mejor en sus diferentes roles, ya sea como hijo, padre, novio, estudiante o profesionista.

Por ello es importante fomentar ese desarrollo desde edades tempranas. El directivo señala que es entre los 10 y los 16 años, cuando los jóvenes ya tienen una mayor conciencia, que se debe tener una espacial atención, para que estos logren la trascendencia a través de prácticas lúdicas que les permitan ser mejores, como podría ser la práctica de un deporte u otra disciplina.

Los padres juegan en ese camino un papel de suma importancia, ya que deben ser ellos quienes guíen de la mejor manera a sus hijos a través de una buena comunicación, en la que los hijos también dejen claras sus aspiraciones en la vida.

“Los hijos deben aprovechar la visión de los padres y los padres deben ayudarlos con su visión, para que se comprometan, tengan convicción y trabajen para cumplir su sueño, es un equilibro perfecto entre la visión y el sueño”.

Choubey señala que en ocasiones los profesores se basan solamente en los resultados y que en muchas ocasiones olvidan su vocación de llevar de la mano a sus estudiantes, quienes piden de manera silenciosa ayuda y comprensión.

“Dios nos dio la oportunidad de ser profesores y debemos ser el profesor que toda la vida se quiso tener (…) el día que como profesores escuchemos esos gritos seremos profesores inspiradores y podremos cambiar el futuro, porque si no podemos cambiar el futuro como profesores fracasamos; los hacedores del futuro están en nuestras manos, entonces quiere decir que el futuro está en nuestras manos”.

El nuevo director de PrepaTec confía en tres puntos básicos en los que padres y profesores pueden trabajar para apoyar a los jóvenes.

Primer paso, creer en ellos.

Segundo paso, tiempo. Si faltó algo entonces dar más tiempo, ya que el tiempo es el mejor maestro.

Tercer paso, no permitir que los errores les afecten, por el contrario, comenzar otra vez con el aprendizaje.

Como complemento a estos puntos Choubey señala que el apoyo otorgado por los padres es bien valorado por sus hijos; con ello son capaces de soñar y de hacerlo más alto cada vez, saben que si algo fallara habría un soporte detrás para seguir impulsándolos.

 

Por otra parte factores como el miedo y el abandono pueden ser determinantes en el desarrollo de un joven o niño; el sacrificio y resiliencia de los padres ante las diferentes circunstancias de la vida pueden ser un “parteaguas” en la formación de los chicos.

 

Una vez lograda la estabilidad por parte de padres y profesores, los jóvenes según Choubey, deben dar lo mejor de sí, ya que se ha logrado cumplir con el objetivo de desarrollarse. Ahí la elección de una carrera productiva que les apasione evitará el fracaso.

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