Si algo sabe Claudia Rivera Vivanco es alinearse a la lógica del presidente Andrés Manuel López Obrador. Y como él, la alcaldesa de Puebla le ha declarado la guerra a la corrupción.
Indignada, ayer levantó la voz en contra de los “delincuentes con uniforme” que se infiltran en la policía municipal pero que en realidad son personas sin escrúpulos.
Esto, por supuesto, a consecuencia de la condenable violación de una mujer que había sido detenida y que era trasladada a un domicilio donde cometería cohecho de los policías que la detuvieron junto con otras personas en la vía pública.
El caso es indignante, pero la alcaldesa expresó su mayúsculo malestar en la Mesa de Seguridad y Justicia celebrada ayer ante sus comandantes de sector, la Fiscalía general del estado, universitarios y ciudadanos.
Por cierto que a pesar del grave hecho que mancha la reputación y buen trabajo de los elementos que sí se dedican a cuidar Puebla, hizo un reconocimiento junto con la secretaria de Seguridad, Lourdes Rosales, a Humberto Rivera García, director de la Policía Municipal hasta ayer, pues hoy asumirá como subsecretario operativo del gobierno del estado, bajo el mando de Manuel Alonso.
Le cuento que escuché a una Claudia Rivera indignada con el hecho de que en las filas de la corporación en el gobierno que ella encabeza haya habido personal que no sólo se corrompió sino que además pasó de la defensa de los ciudadanos al delito sexual.
La vi claramente molesta como defensora de la dignidad de las mujeres, de los derechos de género, de la inclusión y por supuesto como luchadora de la violencia y discriminación hacia las mujeres.
El mensaje que envió Claudia Rivera en el Salón de Protocolos a sus comandantes, a la Policía Municipal, pues, fue contundente: no tolerará actos de corrupción y mucho menos conductas en contra de las mujeres.
Pero además, con una secretaria de seguridad Pública mujer, conductas de ese tipo son claramente inadmisibles.
En el salón de protocolos, la alcaldesa exigió a su corporación bajar el mensaje a toda la tropa de que no habrá tolerancia y que deben valorar el esfuerzo de inversión en todos los sentidos que se está haciendo para mejorar las condiciones de los uniformados.
Incluso anunció que se analiza la creación de un área encargada a dar seguimiento al problema de salud pública que significa la drogadicción como factor en medio de la delincuencia.
Y es que 85% de los presuntos delincuentes detenidos en la última semana en el municipio, aceptaron usar mariguana permanentemente, mientras 50% heroína y 15% cocaína.
Aunque el tema de salud depende del estado, el ayuntamiento analiza la forma de atenderlo incluso con un área especial que habrá de funcionar en breve.
Si Claudia Rivera quiere salir bien librada de la enorme batalla que significa gobernar el municipio, debe reducir los índices delictivos, y claramente, lo primer que debe hacer es inhibir la corrupción entre las filas de sus funcionarios.
No hay de otra forma.
Y ya de paso le cuento que un exfuncionarios estatal enfrenta acusaciones de acoso sexual. Documentaré el caso y se lo presentaré pronto.
Desde los corrillos:
Ayer el PRI que encabeza Javier Casique recibió al nuevo delegado del CEN, Gilberto Gutiérrez Sánchez.
El enroque, tras la salida de María Esther Scherman Leaño -quien asumió como Secretaria General Adjunta a la Presidencia nacional- permitirá al PRI de Enrique Doger reformular estrategias electorales en un ambiente altamente adverso.
Por cierto que el grupo Renovación del PRI le envió una carta a la presidenta nacional, Claudia Ruiz Massieu, para insistir en la necesidad de renovar la dirigencia –aunque se sabe que es claramente difícil que ocurra.
Gracias y nos leemos el lunes.
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