Para el director del Instituto de Ciencias Jurídicas de Puebla (ICJ), Germán Molina Carrillo, el ambulantaje trae otras cosas, y en los alrededores de las escuelas han proliferado, se vuelven ventas de drogas y cosas ilícitas, por eso no hay control.
En entrevista, el directivo comentó que los propios estudiantes han denunciado a la institución que en las afueras de la zona de Analco prolifera la venta de drogas.
“Nosotros como escuelas no debemos dar permiso que se instalen a las afueras, porque hay veces que las universidades les dan permisos; por ejemplo, afuera de psicología de la BUAP ya se volvió un tianguis; ahí tiene que entrar el reglamento y sacarlos”, denunció.
Aunado a ello, informó que siguen la operación de bares en la zona, y se amparan con que ya tienen años en esos lugares, aunque lo que las autoridades educativas han solicitado es que se modifique el horario, porque desde la una de la tarde ya empiezan a vender alcohol a los jóvenes.
Reconoció que en el cambio de administración había un control en el Centro Histórico, pero desafortunadamente los grupos de los líderes aprovecharon el cambio y esto originó que regresaran a las calles, “creo que el centro debe de esta libre de ambulantaje porque es algo que afecta el turismo”.
“Son víctimas de los líderes, les cobran cuotas, los están utilizando para temas políticos, y la autoridad es muy dura con los establecidos y con el ambulantaje no, no les cae salud, ni finanzas, nadie los inspecciona; sí daña la imagen del Centro Histórico”, reiteró Molina Carrillo.