Dos mil 600 edificios de patrimonio artístico en 391 manzanas a lo largo de siete kilómetros que forman el Patrimonio Histórico de la Humanidad de Puebla, pueden apreciarse desde el roof de Rosewood Hotel Puebla en su experiencia “cúpulas y burbujas”.
El Rooftop del hotel que cuenta con una alberca y bar, goza de una de las vistas más envidiables de la ciudad de Puebla, en donde se pueden ver hasta 70 cúpulas de las antiguas iglesias que visten a la ciudad de los ángeles.
Para apreciar esta vista aún más, al atardecer se sirven copas de champaña, acompañadas de tapas y se presentará una narración de los detalles históricos y leyendas de aquellas cúpulas que se pueden observar.
Hay leyendas que dicen que en la región Puebla-Cholula hay una iglesia por cada día del año, o el hecho de que la catedral de Puebla fue el primer gran templo suntuoso de América y es la segunda más grande de México.
El director del Hotel Rosewood Puebla, Manuel Leal, explica que se trata de compartir esta experiencia no solamente con los visitantes, sino con los poblanos, para ir redescubriendo la ciudad.
El hotel por sí mismo es un referente tras recibir en la ceremonia continental dedicada a América y el Caribe el Prix Versailles, premio dedicado a celebrar la arquitectura de tiendas, hoteles y restaurantes alrededor del mundo: El hotel Rosewood Puebla fue galardonado con el Special Prize por su diseño exterior.
Alex Flores de la Secretaría de Cultura y Turismo, nos revela que hay en la zona 78 templos que pueden apreciarse desde la planta alta del hotel, así como 21 conventos y cinco colegios de jesuitas establecidos en el Centro Histórico de Puebla.
La recomendación es llegar hacia las 19 horas del horario de verano, ver la puesta del sol y la silueta de los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl, conforme la noche avanza empiezan a encenderse las luces y puede apreciarse las torres de la Catedral, la iglesia más antigua de Puebla, hasta San Cristobal, con sus torres reconstruidas en 1954 y 1957 con donativos de los Díaz de Urdanivia.
Y si el temblor de septiembre de 2017 nos dejó torres mochas, lo mismo ocurrió años atrás con la torre encalada de San Francisco.
Las cúpulas de Puebla tienen lo que se conoce como tambor, una especie de soporte, excepto la de la Compañía de Jesús, al costado del edificio Carolino, donde yacen los restos de Catalina de San Juan, mejor conocida como la China Poblana.
A lo lejos también puede apreciarse la cúpula y torres de la Iglesia de Guadalupe en el Paseo Bravo, San José es de las más cercanas a Rosewood, lo que permite con atención apreciar cómo está llena de Talavera de Puebla.
La incompleta torre de Santo Domingo donde se encuentra el tesoro que representa la Capilla del Rosario, San Roque, San Agustín, forman parte de las iglesias que pueden observarse desde el rooftop, así como los conventos de La Concepción y de las Clarisas, famosas por sus tortitas de Santa Clara, el rompope y las frutas cristalizadas.
Las torres eran reflejo del poderío económico del clero y de sus auspiciantes, pero también de la línea ideológica, por ejemplo, por el voto de pobreza, los franciscanos no hacían torres y esto puede apreciarse en la acera de enfrente del Hotel Rosewood, en la iglesia donde yacen los restos incorruptibles de San Sebastián de Aparicio.
Inaugurado en 2017, Rosewood Puebla se sitúa en el histórico centro de Puebla, rodeado por inmuebles coloniales, plazuelas e iglesias y enmarcado con la imponente vista del Popocatépetl y el Iztaccíhuatl.
Edificado a partir de la respetuosa restauración de tres antiguos edificios del barrio de San Francisco, la Capilla del Cirineo y los icónicos Lavaderos de Almoloya, Rosewood Puebla se fusiona con la cultura y tradiciones de la ciudad ofreciendo a sus huéspedes un entorno que refleja la esencia de México.
El hotel cuenta con 78 lujosas habitaciones y suites apegadas a un diseño colonial con matices contemporáneos, los restaurantes Pasquinel Bistro, Café Azul Talavera, Bar Los Lavaderos y Rooftop Bar, un Sense, A Rosewood Spa, gimnasio e instalaciones para eventos.
