La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) presentó la tarde de este viernes nuevos avances sobre el accidente aéreo del pasado 24 de diciembre de 2018, en el que perdieron la vida la gobernadora de Puebla, Martha Érika Alonso Hidalgo, el senador Rafael Moreno Valle, un acompañante y dos miembros de la tripulación, cuando el helicóptero en el que viajaban se precipitó en el municipio de Coronango.
El documento, firmado por la Dirección General de Aeronáutica Civil, fue compartido por la SCT hace unos minutos por medio de Twitter.
En resumen, el documento arrojó que todos los componentes del helicóptero se encontraban funcionando al momento del impacto y no presentaron fallas; solo se registró que dos de cuatro indicadores de alertamiento se encendieron.
Avance de la investigación del percance ocurrido al helicóptero marca Augusta A109S matrícula XA-BON el 24 de diciembre de 2018.
➡️ https://t.co/VZPU8yyuLO pic.twitter.com/JLSMX32zH0
— SICT México (@SICTmx) June 7, 2019
Como se ha informado, la investigación por parte de la Dirección General de Aeronáutica Civil del percance del helicóptero marca Augusta A109S, que ocurrió el 24 de diciembre de 2018 en el poblado de Santa María Coronango, Puebla, ha contado con la participación de expertos en la investigación de accidentes aéreos de la Trasportation Safety Board (TSB) de Canadá, la Agenzia Nazionale per la Sicurezza del Volo (ANSV) de Italia, la National Transportation Safety Board (NTSB), de USA y la European Union Aviation Safety Agency (EASA) de Europa.
También se tiene la asesoría de las empresas fabricantes Leonard Helicopter Division (LHD) y Logic en Italia, Patt & Whitney y Safran en Canadá, así como Honeywell Aerospace y Collins en Estados Unidos.
Las autoridades antes mencionadas, solicitaron participar y estar presentes en cada una de las etapas del proceso, a fin de verificar el cumplimiento del Anexo 13 de la Organización de Aviación Civil Internacional, para dar transparencia a la investigación y detectar los factores causales que propiciaron el suceso.
Los avances que se tienen desde la última información presentada son:
La inspección a los 2 motores Pratt & Whitney PW207C, señala que los daños y rastros que presentan denotan haber estado en funcionamiento al momento del impacto.
Los componentes de memoria interna que podrían confirmar lo anterior, resultaron dañados por el impacto y el fuego, por lo que no se pudo obtener datos de éstos.
La inspección de los componentes involucrados en los controles de la aeronave, como son rotor principal y de cola, transmisión y caja de 90°, indica que estos componentes no presentan evidencias de falla previa al impacto.
Del análisis de 2 de las 4 luces del master warning y master caution, se identificó que éstas estuvieron encendidas antes del impacto, pero aún no se determina en qué momento del vuelo se iluminaron.
Se efectuó una inspección por medio de Tomografía Computarizada a los 5 actuadores lineales en Chicago, Illinois, USA, de esta inspección no se detectaron daños internos.
Se realizó el escaneo por medio de tomografía computarizada de los 3 actuadores hidráulicos en Cascina Costa, Italia, de esta inspección no se detectaron daños internos importantes ni residuos metálicos, las fracturas y deformaciones identificadas se consideran compatibles con los daños ocasionados por el impacto.
La Dirección General de Aeronáutica Civil sigue realizando la investigación para presentar el informe final.