Mi entrevista con Miguel Álvarez de Eulate, director de la Fundación de Estudios Estratégicos e Internacionales (FESEI), tiene un fondo de elevado sentido del conocimiento de la geopolítica y de la geoeconomía.
Como lo estamos apreciando hay una sacudida norteamericana en todos los órdenes, no se puede ignorar la confrontación tecnológica entre Estados Unidos y China con Huawei como pelota entre ambos jugadores.
La estrategia es la de una presión peligrosa, amagos, desafíos, amenazas consumadas, dar palo tras palo hasta debilitar (casi acorralar) para obligar a una negociación. La táctica va acompañada de fanfarronerías militares.
Le pregunté a Álvarez de Eulate qué pretende Trump con todo esto a lo que respondió: “Básicamente cuidar su economía doméstica sin importarle hasta presionar a los propios organismos internacionales; quiere seguir con sus herramientas del ciclo proteccionista frente al aumento del poder mundial de China”.
Toda esta guerra comercial así como los últimos acontecimientos sobre del 5G, Estados Unidos en el fondo está empezando a verse debilitado en su producción de alta tecnología porque China está creciendo a pasos agigantados ha pasado de ser una economía que hace veinte años producía barato a producir alta tecnología y eso pone en riesgo el dominio norteamericano en el mundo.
Álvarez de Eulate recordó que Estados Unidos tras finalizar la Segunda Guerra Mundial diseñó el mundo bajo sus patrones, sin embargo, los tiempos están cambiando para disgusto de la Casa Blanca.
“Deben verse débiles en un mundo cada vez más complejo; un mundo en el que Rusia cada vez representa un mayor papel importante así como India… y China le está haciendo sombra a un nivel de poderío internacional con su Ruta de la Seda, sus inversiones en África, sus mayores inversiones en América Latina”, explicó el experto.
¿Dónde tiene Trump la mira? Para Álvarez de Eulate el sentido es directo como la flecha “él está pensando en sus próximos años y en su reelección… un presidente de Estados Unidos que no repite es un fracasado”.
Desde mi punto de vista, las políticas que el pelirrubio está enarbolando empoderan y mucho al ciudadano norteamericano promedio, algo en lo que también coincidió el director de la FESEI.
“Exacto, es su votante, él está calculando sus votos, actuando como político no quiere ser un Jimmy Carter él no fue reelegido, él enfrentó una crisis con Irán y no quiere repetir ese episodio; de hecho, acaba de aumentar las sanciones a Irán es muy claro no quiere ser un Carter así es que no permitirá que ningún tema llámese Irán o China le pueda desbordar en su posición y que su electorado lo vea débil”.
A COLACIÓN
En el seno del G20, China buscará este sábado un acercamiento con Estados Unidos bajo un acuerdo respetuoso, equitativo, igualitario y sobre todo serio; desde hace días lo viene anticipando Wang Shouwen, viceministro de Comercio chino, en aras de encontrar un punto de convergencia entre ambas naciones un “win-win”, de mutuo beneficio.
Empero, ¿cómo negociar bajo los parámetros de la OMC si Trump la quiere derruir? En voz de Álvarez de Eulate el organismo de comercio se debate entre un multilateralismo defendido por China y un proteccionismo férreo apoyado por Trump: “La OMC su papel es fungir como árbitro en este partido lo que pasa es que Trump, en su variable determinante que es su electorado, se va a mantener firme”.
¿Corremos el riesgo de que la OMC termine echándose abajo? Para el especialista español las esperanzas son que esto no suceda en parte porque deben mantenerse unas normas que rigen el comercio internacional y debe haber un orden “sin normas mínimas entre los productores, exportadores e importadores… mal camino llevamos”.
La OMC está herida: para empezar desbordada de denuncias de terceros países contra Estados Unidos por la nueva muralla arancelaria que ha golpeado a muchos países primordialmente con el arancel del acero y del aluminio, del 25% y el 10% respectivamente; y segundo, Trump la quiere echar abajo y levantar otro organismo pero bajo sus condiciones impositivas.
En diciembre de este año en la OMC deberán renovarse dos jueces que dependen de la Unión Americana y Trump amenaza con dejar vacíos sus puestos. Ejerce una presión inaudita.
Directora de Conexión Hispanoamérica, economista experta en periodismo económico y escritora de temas internacionales