A dejar de lado la indiferencia convocó el obispo auxiliar Felipe Pozos Lorenzini a los poblanos, debido a que consideró se ha normalizado el sufrimiento de los demás en esta época.
En su homilía de este domingo en la Catedral de la ciudad, expresó que la sociedad adoptó una conducta de rechazo, la cual es destructiva e incluso es un pecado.
«Cada vez que se niega la ayuda a una persona. Cada vez que se niega el apoyo a alguien. Cada vez que uno es indiferente ante el dolor ajeno, es una forma de dar la espalda al propio Cristo», aseveró.
El sacerdote señaló que la generosidad es uno de los valores que se tiene que conservar y pidió a los feligreses esforzarse por ser mejores personas.
Dijo que las personas que están enfermas suelen ser grandes misioneros, ya que conocen el dolor y pueden hacer que las personas que pasan por un mal momento se sientan comprendidas, además de que pueden ofrecer este servicio como parte de su proceso de purificación.