Sindemex otorgó un voto de confianza al próximo gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta, “luego de que el estado ha quedado postrado en una serie de indicadores que ponen en entredicho la existencia por anteriores administraciones de una política social”.
El presidente del Sindicato Nacional de Empresarios (Sindemex), Francisco Romero Serrano, acusó que Puebla quedó inmerso en un escenario de baja productividad laboral, pobreza, ingreso insuficiente, rezagos en infraestructura, salud, seguridad social, alimentación, transporte y seguridad pública.
Acotó que estos son parte de los problemas estructurales del estado, que ha carecido de capacidad para generar por ejemplo los empleos que se requieren para responder al bono demográfico que se presentó.
Añadió que la administración de Luis Miguel Barbosa enfrentará la privatización y destrucción de los bienes sociales, como ocurrió por ejemplo en la operación del servicio de agua potable, sin garantías para los ecosistemas y una gestión sustentable, lo cual se fue replicando en diversos ámbitos como el agropecuario con esquemas de agricultura bajo contrato que favorecieron a diversas multinacionales en casos como el café.
Romero Serrano observó que Puebla solamente genera 37 por ciento de la meta de empleo formal requerida en función del crecimiento de su población económicamente activa.
Asimismo, en informalidad laboral Puebla suma 69 por ciento de su población ocupada, en contraste a la media nacional del 52 por ciento, siendo el quinto peor estado por esa condición.
El 46 por ciento de los poblanos en pobreza laboral, es decir, su ingreso es insuficiente para cubrir sus necesidades básicas, en contraste a la media nacional del 39.8 por ciento.
Recalcó que gran parte de los rezagos de Puebla se explican por la corrupción, la simulación y el engaño, pues en educación o en salud se aprobaban educandos sin las habilidades necesarias o se construían hospitales que carecían de médicos o del cuadro básico de medicamentos, pero se pretendía engañar a los poblanos presentando grandes obras.
La corrupción, observó, también disparó la inseguridad pública, que, sin duda, será uno de los grandes retos del próximo gobierno estatal junto a la gobernabilidad, donde indudablemente Luis Miguel Barbosa cuenta con los cuadros para generar la reconstrucción del tejido social.
Ello aunado a los cambios en las carteras del gobierno que garanticen una mejor conducción del ejercicio administrativo gubernamental, preservando la paz, la seguridad y el orden público, condición básica para salvaguardar a las personas, sus bienes y el desarrollo de un clima de inversión, competitividad y empleo.
Aplaudió la creación de Secretaría de Equidad Sustantiva de Género y el Instituto de Pueblos Originarios, así como la decisión de dividir las secretarías de Finanzas y Administración; de Infraestructura Movilidad y Transporte; de Competitividad, Trabajo y Desarrollo Económico, de Cultura y Turismo, para garantizar un mejor ejercicio de sus funciones sustantivas.