La candidata a la dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Lorena Piñón Rivera aseguró que para el próximo 11 de agosto sólo habrá de dos sopas para definir el camino que debe seguir el instituto político: la cúpula tradicional que representan sus contrincantes o el proyecto que ella encabeza, con su objetivo que es rescatar el priismo de base.
En entrevista vía telefónica, la priista reiteró que sus adversarios están más enfocados en descalificarla que hacer campaña interna, lo cual calificó como una oportunidad para ella que sí está más cerca a las bases y que junto con su compañero de fórmula podría repuntar como la opción que el PRI necesita para dignificase.
Mencionó que por ser una propuesta que tiene como pilar el recuperar la confianza de la mayoría de los 6.7 millones de militantes, ha vencido todas las adversidades pese a que es una dupla muy joven.
“Mis contrincantes deben entender que son tiempos de los jóvenes en donde ya no quieren más candidatos de la cúpula (…) exigen cambiar las cosas bien”, sentenció.
