El secretario de Gobernación, Fernando Manzanilla negó estar detrás de Eduardo Alcántara para posicionarlo como dirigente municipal del PAN, y así desestabilizar a este instituto político, como lo acusó el líder del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), Marko Cortés.

Entrevistado en el marco de las jornadas ciudadanas en Casa Aguayo, declaró que fue en el sexenio de Rafael Moreno Valle, cuando Acción Nacional se convirtió en un partido de Estado, donde el fallecido mandatario mantuvo el control y benefició a sus operadores con cargos, como es el caso de Eukid Castañón Herrera, a quien definió como un hombre “siniestro”.

Es más, presumió que este tipo de señalamientos en su contra obedecen a que él tiene capital político y podría perfilarse para buscar un cargo de elección popular en 2021, pues es un personaje neutro, ni de derecha, ni de izquierda, y simpatiza con el proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador para apuntalar la “Cuarta Transformación” en Puebla.

La postura del funcionario se da luego de que este lunes, Marko Cortés, pidió a Manzanilla no entrometerse en la vida interna del PAN, y lo señaló como el autor de la impugnación contra Jesús Saldívar como líder de los panistas en el municipio de Puebla.

“No tengo mayor vinculación con el PAN como partido, yo tengo muchos amigos que son panistas, perredistas, morenistas”, justificó.

Señaló que la instrucción del gobernador Luis Miguel Barbosa es que los servidores públicos no tengan “injerencia” en actividades partidistas, y atribuyó este tipo de diferencias a los conflictos entre los panistas de las corrientes morenovallistas y yunqistas.

Manzanilla reprochó que los panistas hoy se “aterroricen” y supongan que el gobierno interfiere en política, cuando por ocho años guardaron silencio, ante el dominio del exgobernador Moreno Valle en la vida de los partidos.

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