Las propuestas de frenar la violencia en las escuelas, deben venir por parte de los padres de familia y no debe ser una imposición por parte de las autoridades, advirtió Julio César Penagos Corzo, investigador y colaborar de la revista Entorno Udlap.

La publicación editorial en su edición número 10 aborda las “Evidencias y mitos sobre variables de riesgo con tiradores escolares”.

Ante ello, el especialista subrayó que si el Operativo Mochila se aplica en los planteles educativos como “una imposición”, va a terminar como una opción muy parcial.

Va a funcionar si los padres están considerando que esa es una medida que salvaguardar la integridad de sus hijos”, declaró.

Indicó que se debe analizar cómo salvaguardar la integridad y el bienestar de los estudiantes, “seguramente de los padres van a venir las ideas; porque cuando se trata de imponer algo, te van a decir que no lo quieren y no se hace; pero es distinto decir no lo quiero, pero esta bien que lo hagan”.

Advirtió que el enojo contenido en una persona puede estar latente por mucho tiempo en ella y siempre va a ver un desencadenante.

Penagos Corzo agregó que la violencia puede ser de diferentes tipos: reactiva y predatoria.

La primera -explicó- se considera que surge como una reacción ante una frustración y provocación.

En tanto, la predatoria, se caracteriza por patrones del comportamiento criminal o antisocial, que tiene el fin de utilizar la violencia de manera premeditada, a sangre fría y con un propósito, y especialmente grave por el daño social que pueda causar.

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