Detrás de los muros de seis cárceles poblanas crecen 29 niños cuyas madres cumplen una condena por diversos delitos, reportó el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Publica.
Ello, a pesar de que los penales en la entidad carecen de las condiciones idóneas para albergar a menores de edad, debido a que registran hacinamiento y ciertas fallas en cuanto a alimentación y salud.
Los hijos de las reclusas poblanas tienen entre un mes de vida hasta tres años, aunque no todas han recibido una sentencia condenatoria sino que siguen en proceso, pero permanecen recluidas en los Centros de Reinserción Social de Puebla capital, Cholula, Huauchinango, Tecamachalco, Zacapoaxtla y Huejotzingo.
En la ciudad de Puebla son 21 los infantes que permanecen al lado de sus madres en el penal de San Miguel, mientras que en la cárcel de Huauchinango hay tres menores de nueve meses, uno y dos años.
Dos niños más se encuentran en el penal de Cholula, cuyas edades corresponden a tres años con siete meses, y dos años con ocho meses de vida.
En Tecamachalco, Zacapoaxtla y Huejotzingo, se encuentra tres niños, de un año con ocho meses de vida, y un año con cuatro meses.
Desde la Dirección General de Centro de Reinserción Social del Estado de Puebla, se ofrecieron los datos sobre los 29 menores de edad, quienes nacieron o llegaron con sus madres a las cárceles de la entidad.
Las mujeres que permanecen recluidas con sus hijos en las cárceles poblanas tienen entre 18 y 54 años, y la mayoría parió a un varón, pues del total de 19 menores: 21 son niños y ocho niñas.