El doctor José Luis Estrada García del hospital psiquiátrico Fray Bernardino de la Ciudad de México y psicoterapeuta de la Asociación Mexicana de Psicoterapia Analítica de Grupo (AMPAG), es contundente al afirmar que en México no hay ningún avance en materia de políticas públicas que beneficien a la salud mental en los últimos 30 años.

Entrevistado por Síntesis, el médico psiquiatra experto en esquizofrenia y trastornos de ansiedad, no duda en asegurar que el problema que enfrenta la salud mental, es la falta de programas, infraestructura y modelos de prevención.

Consideró que la salud se le dejó a los políticos, a una mafia que se apoderó de la secretaria de salud y que vio a este sector como su mina de oro.

Salud mental y trastornos psiquiátricos

Con más de 30 años de experiencia en el sector, Estrada García, señaló que es muy importante que la población sepa diferenciar entre salud mental y los problemas psiquiátricos, ya que aunque están ligados, son dos cosas diferentes.

Detalló que lo psiquiátrico se refiere a los trastornos mentales y la salud mental es un campo más amplio, ligado al comportamiento de las personas.

“Un problema psiquiátrico es la esquizofrenia, la depresión, déficit de atención, los trastornos de ansiedad; los problemas de salud mental es la violencia, la desintegración familiar, el bullying, el alcoholismo, las adicciones y los feminicidios por ejemplo”, explicó.

Sin embargo, lamentó que dentro de la multiplicidad de estructuras para la atención de todos estos problemas, lo que únicamente impera son los modelos psiquiátricos.

“El psiquiatra básicamente etiqueta, medica y ya; además si se le da oportunidad prescribe de manera crónica, sin que se analice el problema del sujeto”.

Estrada García, deploró que no existan programas de salud mental y que todo se analice desde el enfoque psiquiátrico, que fomenta la farmacodependencia.

“El sector no está bien organizado, no hay programas de prevención”, insistió.

Otro problema, consideró, es la poca preparación que tienen muchos profesionales de la salud mental, como psicólogos sin especialidad, que ante su incapacidad de atender adecuadamente a los pacientes, se les canalice a tomar medicamentos.

Con ambas formaciones, como psiquiatra y psicoterapeuta, el doctor Estrada, subraya que un problema de violencia intrafamiliar no se soluciona prescribiendo un medicamento a la persona que la ejecuta, sino es un problema que va más allá y que se tiene que analizar.

Solo promesas

Estrada García, consideró que el nuevo gobierno “solo hace promesas y no queda claro si más allá de las intenciones, tienen una idea clara en torno a los problemas que enfrenta el sector”.

“Dentro de las ocurrencias que va teniendo este gobierno no queda claro nada”, subrayó.

Por ejemplo, refirió que el hospital Fray Bernardino, atiende más de 30 mil consultas psiquiátricas al año, lo que resulta insuficiente para el gran nivel de demanda que existe.

“¡Es insuficiente!, aquí atendemos 30 mil consultas al año, una cosa de nada para el gran nivel de demanda que existe. La población de una sola colonia reventaría el nivel de capacidad de atención que tiene este hospital”.

Advirtió: “No tenemos algo con que detener las grandes broncas tanto psiquiátricas como de salud mental”.

Para el médico especialista, lo más apremiante es poner equipos capacitados que puedan operar, urge un modelo de atención coordinada, un solo sistema de salud pública que tenga una subsecretaria fuerte en Salud Mental, que se aterricen programas para que todas las escuelas tengan trabajadores sociales, que es un profesional capacitado para intervenir con la familia, y hacer centros de soporte por región con psicólogos.

“Más allá de los buenos deseos, de la esperanza, la tienen muy complicada, tienen que enfrentar la respuesta reactivas de las mafias que se han apoderado de las instituciones de salud como un botín”, concluyó.

México discrimina a pacientes mentales

Durante el “Foro de Enfermedades No Transmisibles de Upjohn México” que se celebró en la capital del país, Dunia Pintado Izundegui, presidenta de la asociación Voz Pro Salud Mental, aseguró que México es “una sociedad que discrimina y estigmatiza a los pacientes mentales y es por ello que quienes padecen este tipo de enfermedades lo esconden».

La especialista destacó que las enfermedades mentales afectan a una tercera parte de la población mexicana y, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Salud (Ensanut) 2018, 28.6 por ciento de los mexicanos dijeron haber sufrido un trastorno mental alguna vez en su vida.

Por su parte, el doctor Bernardo NG Solís, presidente de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, aseguró que la depresión es una de las enfermedades mentales más frecuentes en la población, sin embargo, muchas veces es minimizada debido a que es confundida con tristeza.

«Se cree que los pacientes psiquiátricos están enfermos por voluntad. Pero junto con diabetes e hipertensión son graves, pues agravan el estado esas enfermedades».

Explicó que el trastorno depresivo mayor es la condición crónica más común después de la hipertensión, pero no es tan visible debido a que la mayoría de los pacientes no son diagnosticados con este trastorno.

«Es por ello que es indispensable capacitar a los profesionales de la salud, especialmente a los médicos de primer contacto, pues desde ese primer nivel se podría detectar depresión, ansiedad y riesgo de suicidio», aseveró.

De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de 800,000 personas cometen suicidio en el mundo anualmente. De hecho, se estima que cada 40 segundos se suicida una persona, lo cual es preocupante ya que esto puede ser prevenible.

Resaltó que en México hace dos década las muertes por suicidio eran de 7.5 por cada 100,000 habitantes; mientras que actualmente esta cifra a ascendido a 15 por cada 100,000.

La OMS, de hecho, considera para 2020 la depresión será la primera causa de muerte en países como México.

Expresó que el principal peligro está en la población más joven, pues en los adolescentes se ha convertido en la segunda causa de muerte en el país.

Sin embargo, resaltó que menos del 20 % de quienes presentan un trastorno afectivo buscan algún tipo de ayuda y se cree que quienes lo hacen tardan hasta 14 años en llegar a un tratamiento especializado.

Aunado a ello, solo la mitad de quienes llegan a pedir ayuda recibe el tratamiento adecuado.

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